CONCEPCION.- Apelando a su experiencia e historia, Colo Colo se impuso al novato equipo de la Universidad de Concepción en las semifinales del Torneo Apertura, y con su triunfo por 3-2 aseguró su participación en la final del campeonato ante Cobreloa.
El duelo entre penquistas y albos fue emocionante e intenso especialmente en la primera etapa. El equipo dirigido por Fernando Díaz, debutante este año en la Primera A, demostró una vez más ser un equipo lleno de talento y garra, no una presa fácil para los rivales de larga historia.
El estadio Municipal de Concepción estaba lleno hasta las banderas. El público parecía intuir que el espectáculo a brindarse en el césped penquista iba a ser de calidad. Y así fue. Con apenas cinco minutos en el reloj, las redes comenzaban a moverse. Juan José Ribera se escapa por la banda izquierda, saca un medido centro que Ricardo Viveros convierte en gol, aprovechando la descuidada salida de Jonathan Walker, quien intentó ineficazmente puñetear el balón.
Era un duelo lleno de acción, garra y por supuesto de resultado incierto. A los 10', Andrés Oroz comete uno de los errores clave del encuentro. Al verse presionado en la salida, el defensor prefiere jugar hacia atrás, pero en vez de combinar con un compañero se la cede en bandeja a Zamorano, quien al ingresar al área es derribado por Carlos Ortega. Penal indiscutido, que Marcelo Espina definió con frialdad a un rincón bajo del marco.
El partido se mantuvo despierto con acciones en ambas porterías, aunque era la Universidad de Concepción el mayor protagonista. El talento de Jorge Valdivia -brillante en la primera etapa-, Juan José Ribera y Luis Figueroa, siempre dejaba a uno o dos rivales en el piso. Arriba, Viveros y Olea fueron una dupla mortal, hasta que el segundo debió abandonar el campo por problemas físicos.
A los 37 minutos, Colo Colo cambiaba el rostro del encuentro con un contragolpe abanderado por Marcelo Espina, símbolo de la victoria alba. El argentino resistió con el balón pasados los primeros dos tercios del campo, cuando decidió jugar hacia el medio donde aparecía Zamorano. El goleador dejó pasar la pelota con un inteligente toque, que Braulio Leal impactó con un impecable remate de primera, mortal para el congelado portero Ortega.
El grito de gol se extendió dos minutos más tarde, aunque teñido de otro color. Centro pasado en busca de Ricardo Viveros, quien con loable esfuerzo alcanza a pivotear superando a Walker al medio del área chica, donde arremete Marco Olea para lograr la nueva paridad. Así se cerraba un primer tiempo infartante, igualado a dos goles.
En el segundo lapso, los penquistas mantuvieron el dominio de la pelota, aunque dejando espacios a Colo Colo para sus peligrosos contragolpes. A los 63', en una de esas huídas albas, Manuel Neira se escapa sin marca y al entrar al área cae al piso supuestamente derribado por Carlos Ortega, en una jugada muy similar al penal cometido a Zamorano. El polémico cobro se apagó en las manos del propio Ortega, quien contuvo el segundo lanzamiento de Marcelo Espina desde el punto penal.
La historia del encuentro se acabó a los 85'. Juan Pablo Ubeda, quien reemplazó a Neira en la segunda etapa, recibe en el sector derecho del área y, arrastrando la marca de Rain, juega el balón más al centro, donde Marcelo Espina aparece destapado para colocar el mortal 3-2 con remate cruzado. Grito de gol y camiseta al viento, era el fin del partido. Espina, incluso con un penal perdido a cuestas, otra vez fue el principal recipiente de los aplausos de la hinchada alba, que agradeció la vigencia del cerebro del fútbol colocolino.
La oncena de Fernando Díaz se retiró del coliseo penquista con la frente en alto. Para el equipo debutante esta temporada en la Primera A, queda el consuelo de haberse consolidado como la gran revelación del torneo en su primer año. Pocos pueden decir lo mismo.
Colo Colo ahora tiene tiempo para prepararse hasta el próximo jueves, cuando vuelva a salir al campo para enfrentar a Cobreloa en el estadio Monumental, en la primera final del campeonato. El duelo de vuelta será el domingo en el Municipal de Calama.
