SANTIAGO.- No puede ser peor la suerte de Clarence Williams Acuña. El rancagüino cumple actualmente el último año de su contrato con Newcastle United, cuadro que hace dos meses lo declaró transferible, acción que no ha podido concretar pese a haber sonado su nombre en Cruz Azul de México, River Plate de Argentina y West Ham United.
Sin embargo, la contingencia sorprendió al entrenador de las "Urracas", Bobby Robson, con sus volantes centrales lesionados para el partido de este miércoles por la tercera ronda clasificatoria a la Liga de Campeones de Europa, ante Partizán en Belgrado (Federación Serbia y Montenegro).
Por esta razón, Robson tomó el teléfono y preguntó por el también desahuciado, Hugo Viana. Pero el portugués padecía un problema cervical por lo que se automarginó de su nueva oportunidad en el equipo.
Corrió la lista y apareció Darren Ambrose, mediocampista inglés de 19 años y que recién ha jugado un solo partido por Newcastle. Pero Ambrose no estaba en casa y había dejado su teléfono celular. Descartado.
El siguiente en la nómina era Clarence Acuña. El mismo volante que sólo jugó seis partidos en la pasada temporada (un gol) y que se encontraba buscando club. Cuando fue notificado, sin embargo, no pasó el chequeo médico. En su tendón de aquiles mantenía secuelas de la lesión que lo afectó el año pasado.
En definitiva, Robson debió incluir a Nolberto Solano (también buscaba club) y precisamente el peruano anotó la única cifra ante los serbios. Jermaine Jenas entró lesionado en el segundo tiempo.
Fue tanta la necesidad de Newcastle, que "sir Bobby" convocó a otro "cortado". Lomana Tressor Lua-Lua que juega de delantero y se echaría unos metros más atrás. Pero al congoleño le pasó lo de Nicolás Massú y quedó en portería internacional con uan Visa inservible en su mano.
¿Clarence? Deberá esperar hasta que vuelva a lesionarse la mitad del equipo, o a que algún club se acuerde de su persona.
