SANTIAGO.- El club deportivo Colo Colo presentó una querella en contra de quienes resulten responsables por los incidentes que se produjeron ayer, en el estadio Monumental, durante el clásico entre el equipo albo y Universidad de Chile, que finalmente debió suspenderse.
La diligencia fue llevada a cabo en los Juzgados de La Florida por el administrador del recinto deportivo Raúl Quezada y se une al anuncio hecho por el intendente de la Región Metropolitana, Marcelo Trivelli, quien confirmó que se interpondrá una querella en contra de los que resulten responsables de los desórdenes ocurridos ayer, durante el partido de fútbol entre Universidad de Chile y Colo Colo, en el estadio Monumental.
A juicio de Trivelli, la decisión del árbitro de suspender el encuentro "fue algo muy certero, ya que la determinación debe venir desde los actores del fútbol y nosotros como autoridades, tenemos que apoyarlos".
En este sentido, Trivelli agregó que lo sucedido ayer "es una buena señal que vamos por buen camino, ya que hoy suspendemos un partido por un piedrazo,cosa que no es habitual. Hace algunos años era por apuñalados".
El intendente recalcó que el estadio Monumental cumple con las normas de seguridad exigidas, al tiempo que dijo que "se espera realizar un trabajo más acucioso para identificar a las personas que protagonizan estos desórdenes y que los tribunales de justicia sean los que decidan al respecto".
"Queremos mejorar las leyes y hacerlas más estrictas porque la solución va por ese lado y no por la cantidad de rejas y alambres de púas que pongamos al interior de los estadios", agregó.
Por otra parte, once policías resultaron heridos y 168 personas fueron detenidas tras los incidentes ocurridos en el estadio colocolino. De los policías heridos, tres están graves y permanecen hospitalizados, precisaron fuentes policiales, que añadieron que los representantes del orden fueron agredidos por miembros de las barras bravas de ambos equipos.
También se informo de 20 locales comerciales y catorce viviendas con daños de diversa consideración ocasionados por los hinchas violentos después del inconcluso partido.
De los detenidos, 139 están acusados de infringir la ley contra la violencia en los estadios, que establece penas de hasta cinco años de prisión y 23 por desórdenes simples, que suponen una multa.