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Justicia brasileña considera normal insultar a los árbitros

"¿Cuál árbitro no fue insultado en nuestro país? Aquellas personas muy sensibles no deben ingresar a esa profesión", según la determinación judicial.

23 de Septiembre de 2003 | 11:11 | EFE
RIO DE JANEIRO.- Los árbitros de fútbol no tienen derecho a pedir indemnización a quien los insulta y deben estar preparados para escuchar ofensas tanto de hinchas como de técnicos y futbolistas, según una sentencia de un tribunal brasileño.

La determinación judicial, de la que informa hoy el diario "Jornal do Brasil", fue emitida la semana pasada por los tres magistrados de la novena sala civil del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro y crea un precedente para futuras denuncias similares.

En su sentencia, el tribunal negó una petición de indemnización solicitada por el árbitro Carlos Elías Pimentel, que se sintió ofendido por los insultos que recibió después de un partido del entonces delantero y hoy técnico Renato Gaúcho.

El polémico ex internacional brasileño tildó hasta de "ladrón" al juez tras la derrota sufrida por su equipo de entonces, el Fluminense, en un clásico con el Botafogo disputado en el estadio Maracaná de Río de Janeiro en mayo de 1997.

El ex jugador de la selección brasileña afirmó que Pimentel perjudicó a su equipo y profirió insultos que salpicaron hasta a la madre del árbitro.

"¿Cuál árbitro no fue insultado en nuestro país? Aquellas personas muy sensibles no deben ingresar a esa profesión", según la determinación judicial.

"En el fútbol es natural, siendo incluso parte de la cultura de nuestro pueblo, la expresión de insultos de todas las especies, involucrando hinchas, jugadores, técnicos, árbitros e incluso dirigentes. Lo que no es común es que no haya insultos en un partido", agrega el fallo.

Según la versión periodística, pese a la resistencia inicial de una magistrada, la única mujer en la terna de jueces, el tribunal consideró que los insultos al árbitro forman parte de la naturaleza del fútbol.

De acuerdo con el magistrado Laerson Mauro, que redactó la sentencia del tribunal, los insultos no tenían la intención de ofender la honra del árbitro sino apenas manifestar la insatisfacción de un futbolista por un resultado adverso.

"Efectivamente, no hubo daño moral indemnizable", según el fallo.

"El hecho podría haber sido sancionado con una suspensión del jugador por entre 20 y 60 días con base en el Código Brasileño de Fútbol, lo que sirve para demostrar que el castigo del jugador debe restringirse a las reglas del fútbol y no debe pasar al campo del derecho común", agrega.
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