MADRID.- El tenista chileno Nicolás Massú, que hoy protagonizó la sorpresa del día en el Masters Series de Madrid al eliminar al número dos del mundo, el estadounidense Andy Roddick, se mostró tremendamente satisfecho con su juego, que por momentos le llevó a pensar que "era imposible" que pudiera fallar algún golpe.
"Por momentos sentí que era imposible que fallara algún golpe, incluso me adapté a su servicio, que suele crear tantos problemas a todos los jugadores, y se lo empecé a devolver como si nada", comentó Massú, que reconoció que hoy había jugado el mejor partido de su carrera.
Sin embargo, los primeros juegos del encuentro no hacían presagiar nada bueno para el jugador de Viña del Mar, que llegó a encontrarse en la primera manga con un marcador adverso de 5-2.
"En ese momento pensé que tenía perdido el set y eso me permitió jugar sin ningún tipo de presión, lo que se notó rápidamente en mi tenis", comentó el chileno.
Efectivamente, Massú que hasta entonces había estado a merced de Roddick comenzó a pegar a la bola con más confianza, lo que le permitió no sólo ya recuperar el servicio perdido, sino alzarse con el set por 7-6(3) en el desempate.
La segunda manga careció de cualquier tipo de historia. Massú amparado en un formidable servicio -el chileno tuvo un setenta por ciento de aciertos con su primer saque- sacó a pelotazos de la pista a Roddick, al que endosó un contundente 6-2.
"Esta claro que todos los días no se puede jugar así, ojalá se pudiera, porque hoy me salió todo. Quería enfrentarme al mejor del mundo, y me he demostrado que lo puedo hacer bien, esta victoria es muy importante para mí", señaló el tenista.
Massú, a diferencia de la anterior ronda no demostró tener ninguna preferencia sobre su rival en cuartos de final, que saldrá del enfrentamiento entre el checo Jiri Novak y el argentino Juan Ignacio Chela.
"Los dos son bastante difíciles, pero es que en los cuartos de final de un Masters Series cualquier rival es difícil", añadió Massú, que aseguró que ahora su único objetivo es tratar de llegar a la final.
A más largo plazo, el chileno, que actualmente ocupa el vigésimo primer puesto de la clasificación mundial, se marcó como meta entrar entre los diez mejores tenistas del mundo, algo que reconoció había sido su "sueño" desde la niñez.
"Estoy entre los veinte mejores del mundo y si todo sigue así puedo estar entre los diez. Esa es mi meta, y voy a hacer todo lo posible por estar ahí, porque hasta que no logre ese objetivo no estaré contento", afirmó Massú.
El tenista no quiso tampoco dejar escapar la oportunidad para felicitar a los jugadores de Everton de Viña del Mar, el equipo de fútbol de sus amores en Chile, por su reciente ascenso a la primera división, y aseguró que ojalá él también pudiera salir "campeón acá".
