MIAMI.- Pat Riley, el segundo entrenador con más triunfos en la historia de la NBA, anunció hoy su retirada del cargo con los Heat de Miami para seguir sólo como presidente del equipo.
El anuncio de Riley se produjo una semana antes de que comience la nueva temporada y su puesto será ocupado por el asistente Stan Van Gundy, el hermano menor de Jeff Van Gundy, entrenador de los Rockets de Houston y también su discípulo cuando estuvo con los Knicks de New York.
Los hermanos Van Gundy se convierten en los segundos que entrenan a la vez dentro del baloncesto profesional estadounidense después que lo hiciesen Herb y Larry Brown en la década de los 70.
"No quería subir a mi despacho hasta que no viese que el equipo tenía una base sólida para triunfar y eso ya lo hemos logrado y ahora tiene que ser otra voz la que lo dirija", comentó Riley. "Esa es mi creencia y en esa dirección vamos a trabajar".
Riley se retira con 1.110 triunfos como profesional y ganó cuatro títulos de liga con Los Angeles Lakers en la temporada de los años 80, cuando jugaban lo legendarios Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar.
Después se fue a los Knicks y llegó a las finales de la NBA en la temporada de 1993-94 para perderlas contra los Rockets de Houston.
Riley aceptó hacerse cargo de los Heat para intentar conseguir la formación de un equipo campeón, pero la presencia de Michael Jordan y los Bulls de Chicago y los Knicks se lo impidieron.
La enfermedad del pívot Alonzo Mourning, su jugador estrella, y la baja producción de algunos fichajes que realizaron convirtieron a los Heat en un equipo perdedor y la pasada temporada tuvieron una marca de 25-57, la peor en los 21 años de carrera como entrenador de Riley.
"Todavía no he podido decirle a nadie de mi nuevo cargo, ni siquiera a mi hermano, porque en el fondo pensaba que podía cambiar su mente", declaró Stan Van Gundy. "El miércoles fue la primera vez que me lo mencionó y no quise comentarle nada a mi esposa".
Van Gundy reconoció que el anuncio de Riley había sido toda una sorpresa.
Los Heat tendrán que jugar su primer partido de la nuevo temporada el próximo martes cuando se enfrenten a los Sixers de Filadelfia como visitantes y los jugadores fueron informados de la decisión de Riley hoy por la mañana.
"Creo que la transición para los jugadores va a ser un poco difícil, porque las cosas serán diferentes, pero haremos un gran equipo", destacó Van Gundy, que será su primera experiencia como primer entrenador de un equipo.
Riley explicó que la decisión la tomó el miércoles después que se convenció que el proceso de reconstrucción del equipo había avanzado lo suficiente para dejar el puesto de entrenador.
"Me he preparado para que llegase el día que dirigiese una organización sin la presión de tener también que entrenar", señaló Riley. "La primera prueba de que estaba ya preparado para ese cambio se dio este verano cuando gaste mucho más tiempo dirigiendo la gestión del equipo que entrenando".
Riley destacó que ante esa realidad comprendió que había llegado el momento de avanzar en otra dirección y todo será positivo.
Riley, de 58 años, fue votado entre los 10 mejores entrenadores de todos los tiempos en 1996 después que estableció un estilo de juego y disciplina al que muchos jugadores no quisieron aceptar.
"Los jugadores deben mentalizarse que su única misión es la de salir al campo y rendir al máximo, el resto no es su responsabilidad porque para eso están el entrenador y los directivos", declaraba Riley cada vez que un jugador quería convertirse en centro de atención o protagonista fuera del campo.
Su mejor etapa como profesional fue la que vivió con los Lakers desde la temporada de 1981 hasta la de 1990, luego estuvo desde 1991-1995 con los Knicks, donde estableció un nuevo sistema de juego defensivo que fue el mejor de la liga y lo único que le faltó fue ganar un título de campeón.
Riley llegó a los Heat para hacer el doble de esfuerzo y trabajo, pero al final los resultados no fueron los mismos aunque consiguió en 1997 llegar a las finales de la Conferencia Este pero las perdió contra los Bulls de Jordan, que fue su auténtico verdugo desde que abandonó a los Lakers.
La marcha de Riley también deja a la NBA sin la figura del profesional que mostró siempre una imagen impecable a la hora de salir a dirigir los partidos, vistiendo a la moda con trajes de los mejores diseñadores y un pelo engomado que lo hizo famoso en todo el mundo.
