MONTEVIDEO.- La imagen de un Uruguay golpeador, lento, que apela a los pases largos y a la "garra charrúa" cuando pierde el control de un partido de fútbol va lentamente quedando en el olvido de la afición a poco más de seis meses de que Juan Ramón Carrasco fuera nombrado entrenador.
El ex volante internacional, de 46 años y que apenas tiene tres años de experiencia como técnico, pregona y aplica una estrategia de juego ofensivo inusual para el fútbol uruguayo actual.
Uruguay, que se coronó campeón mundial en 1930 y 1950, brilló por última vez en una Copa del Mundo en 1970 cuando finalizó en cuarto lugar en México.
"Tenemos una historia muy rica, pero últimamente lamentablemente no hemos trascendido, hemos quedado muy atrás futbolísticamente hablando. Creo que ameritaba un cambio y gracias a Dios el elegido fui yo", dijo Carrasco durante una entrevista con Reuters.
Uruguay fue la última selección en clasificar al Mundial de Corea y Japón de 2002 luego de que el técnico Víctor Púa, quien había entrenado a selecciones juveniles, tomara el mando abandonado por el argentino Daniel Passarella en medio de una errática eliminatoria.
Pero en la Copa del Mundo, de la que no participaba desde Italia 90, la selección "charrúa" fue eliminada en la primera ronda y los jugadores, así como la dirección técnica, fueron blanco de duras críticas por parte del exigente público uruguayo.
Esa misma afición celebró la designación de Carrasco, quien clasificó por primera vez en su historia al modesto equipo de Fénix a una Copa Libertadores de América, pero puso bajo la lupa cada convocatoria, estrategia y resultado que lograra el nuevo técnico.
La "Celeste" comenzó con buen pie la eliminatoria sudamericana para el Mundial de Alemania 2006 al golear a Bolivia 5-0 en el estadio Centenario de Montevideo, pero unos días más tarde sufrió un duro revés frente a Paraguay, que lo derrotó 4-1 en el Defensores del Chaco, de Asunción.
Para el próximo encuentro, el 15 de noviembre en Montevideo contra Chile, Uruguay saldrá a la cancha con la misma formación que jugó ante los bolivianos.
Reglas básicas para jugar por Uruguay
Buena técnica, velocidad, amar a la "Celeste", ser profesional y respetar al resto del plantel son algunas de las normas incluidas en una carpeta que firman los futbolistas la primera vez que son convocados.
El código de conducta es parte del peculiar estilo de conducción de Carrasco, quien además se caracteriza por impulsivas decisiones como realizar cambios durante el primer tiempo de un partido si está disconforme con un jugador o no convocar a futbolistas con quienes nunca trabajó.
"No hago las cosas por hacerme el diferente ni el autoritario. Puede ser que tenga cosas atípicas o maneras de manejarme que quizá no sea tradicional para algunos pero es como soy yo, es mi filosofía, mis principios que nos los cambio por nada", afirmó el entrenador.
Carrasco, cuya meta principal es hacer brillar a Uruguay en la eliminatoria y luego en el Mundial, integró la selección en la década de 1980 y en Uruguay vistió las camisetas de Nacional, Peñarol, River Plate, Bella Vista, Rampla Juniors y Rocha, donde debutó como técnico.
Durante su carrera en el exterior también jugó en Argentina, México, Colombia, España, Brasil y Venezuela.
"No me considero un Mesías", dijo Carrasco.
"Lo que me enorgullece es ver, no después del triunfo sino en lo previo, cómo la gente se acerca a decir de que nunca han visto una selección jugar como está jugando, de que aún perdiendo se sentaban frente al televisor por la buena entrega, por la buena propuesta futbolística".
