NUEVA YORK.- El ruso Gari Kasparov, desde 1985 número uno del ajedrez mundial, se enfrenta a partir del martes por tercera vez a un cerebro electrónico en su empeño de demostrar que el hombre es superior a una máquina con entrañas de silicio.
Su rival, del 11 al 18 de noviembre en Nueva York -en duelo a cuatro partidas- será el viejo conocido Fritz, cada vez más ligero, más elegante y más potente, capaz ahora de calcular cuatro millones posiciones por segundo.
Kasparov ya se enfrentó dos veces a computadoras. En 1996, el gran maestro ruso derrotó por 4-2 a Deep Blue, pero al año siguiente la máquina se desquitó batiendo al "ogro de Bakú" por 3,5-2,5. A la tercera va la vencida y Kasparov quiere salvar no sólo el honor de la Humanidad, sino también su propio prestigio.
La gran novedad del duelo entre la inteligencia humana y la fuerza bruta es que en esta ocasión el hombre se enfrenta a la máquina en su terreno, el mundo virtual. No habrá tablero ni piezas en la sala. Garry verá la posición sólo en un monitor, pero con gafas especiales la imagen le parecerá por completo realista, como un verdadero tablero de ajedrez flotando en el aire ante sus ojos.
El ruso no utilizará ratón ni medio mecánico alguno, sino que anunciará de palabra los movimientos a Fritz, equipado con un dispositivo de reconocimiento de voz. En la habitación habrá, naturalmente, un operador humano para constatar que la computadora reconoce de modo correcto las órdenes del campeón.
El desenlace es incierto. La máquina carece de nervios, no ha dormido mal la noche anterior y no le sube la presión en momentos excitantes. El impresionante potencial de cálculo de la computadora desempeña un papel secundario ya que pronto se ve desbordada: Tras dos jugadas del blanco y del negro existen ya 2,6 millones de variantes y en los 40 movimientos que dura de promedio una partida disputada ya hay más variantes que átomos en el Universo.
El hombre tiene como mayor arma la intuición, imposible de inyectar a una máquina. Además ésta comete siempre la misma equivocación. Los programadores le han incluido más especulación. Algunas computadoras son capaces de sacrificar uno o dos peones a cambio de iniciativa sin calcular todas las variantes que le llevaría a ganar. Y esto les da quizá la ilusión de ser humanos.
El match de ajedrez clásico se jugará con un tiempo de reflexión de dos horas para 40 jugadas. Luego ambos "jugadores" dispondrán de una hora para los siguientes 20 movimientos. A continuación se conceden 15 minutos a ambas partes con tres segundos adicionales por jugada. El primero que consiga 2,5 puntos habrá ganado el choque.
Las partidas se jugarán el martes 11, jueves 13, domimgo 16 y martes 18. Comezarán a las 18:00 GMT.