CONCEPCIÓN.- Curiosamente el triunfo no es la única vía para que Chile asegure, al menos, la disputa de un repechaje clasificatorio al cuadrangular final del Sudamericano Preolímpico. La oncena que dirige Juvenal Olmos tendría sendos beneficios en caso de que Uruguay no consiguiera vencer a Venezuela, toda vez que los charrúas (un punto) cerrarán su participación enfrentando a los guaraníes (3) y carecería de la opción de alcanzar al combinado criollo en un hipotético tercer lugar.
Pero lejos de tal panorama, la principal obsesión del "nuevo camarín" está en recuperar el tranco ganador después de tres días de reposo. Quieren que el paso por Concepción les entregue un nuevo periodo de asueto, y por eso, necesitan derrotar a Paraguay para disponer del empate ante Brasil, como resultado que los clasificará en la cima del grupo A. Algo que pocos pensaron hace dos semanas.
Así lo cree el zaguero Ismael Fuentes: "Creo que todo el equipo es una revelación, porque casi nadie nos daba como que pudiéramos ganar un partido y la adversidad nos ha dado más fuerza para sacar los juegos adelante".
La tarea (era que no, hablando de la selección chilena) es complicada. Por ejemplo, Rodrigo Millar asume que "todos habían dado por muerto a Paraguay y el domingo quedó demostrado que era un equipo que nos puede hacer daño si no estamos concentrados. Espero que tengamos más claridad que ante Venezuela. ¿Si son irregulares? Ojalá lo fueran con nosotros, que no tengan los chispazos de buen juego que mostraron y que nosotros podamos seguir mostrando el buen fútbol que hemos venido haciendo".
Los chispazos de los que habla el volante oriundo de Arauco sin duda complican el armado nacional. Tanto que Juvenal Olmos al parecer decidió sobre la marcha reacondicionar el esquema de tres defensores y cargar con una línea clásica de cuatro zagueros. La ecuación es sencilla. El estratega asegura que a tres paraguayos los reciben cuatro chilenos, y lo mostrado por el elenco de Carlos Jara Saguier da para pensar en eso.
Porque por las bandas oscilan con intermitencia Edgar Barreto y Aureliano Torres, mientras el "nueve y medio" -Erwin Ávalos- se recorta para encontrarse con el enganche -Pablo Giménez-; y el delantero centro -Julio González- retiene el balón en la contra hasta que se monta todo este escenario.
O sea, pueden llegar tres hombres en posición anotadora, algo que Olmos quiere prevenir con laterales-laterales (José Contreras y Mark González) y volantes-volantes (Jorge Carrasco, Rodrigo Millar, Luis Pedro Figueroa y Jorge Valdivia). Líneas bien marcadas que esparcirán a González y Figueroa por los costados, exigiéndole a Carrasco que tome la cobertura.
Las dudas son tres: la posición de Millar (¿cargado a la izquierda de Valdivia o como segundo marcador central?) y los zagueros centrales (ya están disponibles Luis Oyarzún, Miguel Aceval, Miguel Riffo e Ismael Fuentes).
De esta manera, Chile formaría con Bravo; Contreras (Fuentes), Riffo, Fuentes (Oyarzún), González; Figueroa, Carrasco, Millar, Valdivia; Soto y Villanueva.
La tercera incógnita es si en definitiva Olmos apuesta por los tres en el fondo... Bravo; Oyarzún, Riffo y Fuentes; Figueroa, Carrasco, González, Millar, Valdivia; Soto y Villanueva. Algo que sabremos en el transcurso de la jornada.
