
DE CHICO A GRANDE. Los Hawks no tuvieron compasión de un solitario Duncan.
LOS ÁNGELES.- Los Atlanta Hawks, el segundo peor equipo de la liga, pusieron al fin una sonrisa en sus caras al derrotar, en la gran sorpresa de la jornada en la NBA, a los actuales campeones, San Antonio Spurs, por 86-77.
Los Hawks ganaron en la noche del martes un partido prácticamente "imposible" para ellos, ya que los Spurs acumulaban hasta este encuentro ocho victorias consecutivas como visitante. Además, el quinteto de San Antonio ya había humillado a los de Atlanta el 21 de noviembre, cuando ganaron por 114-75.
Pero anoche, todo fue para los Hawks. El héroe del encuentro fue el alero Stephen Jackson, quien se vengó de su ex equipo al anotar 16 puntos y una canasta decisiva en el último minuto del encuentro. Además, añadió siete asistencias y nueve rebotes, su mejor marca de la temporada.
"Fue dulce ganar a uno de los mejores equipos del mundo, quizá el mejor de todos. Me sentí muy bien durante todo el partido, aunque me alegro más por el equipo que por mí mismo, ya que estamos sufriendo mucho durante toda la temporada", indicó Jackson.
El máximo anotador de los Hawks fue su estrella Shareef Abdur Rahim, autor de 29 puntos y 10 rebotes.
Mientras, Tim Duncan fue el mejor de los Spurs con 28 puntos y nueve rebotes, bien acompañado por el base Tony Parker, con 12 tantos.
Pero el gran problema del actual campeón fue que más allá de su pareja de estrellas, ningún otro jugador fue capaz de alcanzar los diez puntos. El argentino Emanuel Ginóbili sigue lesionado y su ausencia se nota cuando el equipo se atasca en ataque.
Los Spurs habían ganado 17 de sus últimos 18 partidos. Los Hawks, en cambio, transitaban por la vereda opuesta, luego de una racha de tres vergonzosas derrotas.