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Las cinco odiosas diferencias entre Collao y Playa Ancha

A nivel global, los dos recintos deportivos cumplen los requerimientos de la Confederación. Pero hay matices que dejan en mejor pie al estadio Municipal de Concepción.

19 de Enero de 2004 | 16:37 | Nicolás Olea, enviado especial
VALPARAÍSO.- El deseo que expresaron algunos personeros de la televisora Traffic, de transmitir la final del Sudamericano Preolímpico desde la sede de Concepción, tenía cierto respaldo. También coincidieron con aquello algunos integrantes de la comitiva de prensa que sigue el torneo.

Una a una, son por lo menos cinco las diferencias entre el estadio Municipal de Valparaíso y su par de Concepción. A saber.

Los baños: los del estadio Valparaíso están limpios y recién pintados. En Conce, el aroma no era el mejor. Sin embargo, los servicios de la VIII región eran más amplios y estaba claramente definido un apartado para la prensa y las autoridades. Ayer, en una fila para ingresar se toparon los futbolistas de la selección chilena, comunicadores y público general.

Acomodaciones de prensa: se supone que los periodistas van a trabajar al estadio. Sin embargo, los pupitres asignados a los periodistas quedaron cortos. Seguramente más de algún civil se coló en los incómodos asientos, pero lo cierto es que varios tuvieron que ver el partido junto a los árbitros del torneo (otros que quedaron a la buena de Dios). No había acceso a electricidad expedito y los que llegaban al primer partido difícilmente liberaban su posición para los del juego de fondo.

El Cybercafé: En la sala de prensa de Playa Ancha y pese a que se trata de la ronda final, hay menos computadores que en Concepción. Más encima, el sábado pasado, el encargado de la concesión aseguró que "a mí me pagan por estar hasta las seis de la tarde”, inquietando a algunos de despacho remolón. Otro datito. En Concepción, la sala se encontraba en un gimnasio aledaño al estadio, mientras en Valparaíso está a la pasada de la escalera de ingreso. Por lo tanto, todo quien pasa por ahí hecha un ojo y más aún. Algunos entraron, revisaron su mail y se marcharon (entre ellos, algunos seleccionados nacionales como Claudio Bravo). No es por desconfiar, ¿pero quién responde si después falta algo?

El marcador electrónico: Aquí empatan a cero ambos estadios. Lo bueno de Valparaíso es que se la jugaron con un tablero electrónico, donde se pudo ver claramente el resultado del partido cuando bajaba el sol y además, unas inspiradoras frases como "Desde Valparaíso, el fútbol une a los pueblos" o "el Preolímpico se vive en la V Región". Lo malo fue que un cronómetro llevaba el tiempo, algo que prohibe la FIFA y que Salvador Imperatore se encargó de advertir en el primer descanso. En Concepción, ni lo uno ni lo otro. Como dijo Reinaldo Sánchez, "la alcaldesa se corrió con el marcador".

El viento: El estadio de Concepción es recorrido por una brisa suave, que cuando se agita no tiene mayor incidencia en el partido. Sin embargo, Playa Ancha fue invadido por un viento sur que beneficiaba directamente al equipo que ataca sobre el arco que da a la Universidad. Pero ni tanto, porque la costumbre no está y ni siquiera Brasil pudo controlar el esférico. Lo bueno es que de aquí en más, los partidos se jugarán en horarios donde la brisa amaina en parte.