
Las embarcaciones sólo afinan detalles para el inicio.
PUERTO MONTT.- Hoy, como cada dos años, la Marina del Sur está llena de vida, yates y competidores que se preparan para la regata más importante que se navega en nuestras aguas: la Regata Chiloé.
Aunque muchos ya llevan un par de semanas en preparativos, es hoy cuando se afinan los últimos detalles. Detalles de una preparación que muchas veces implica primero trasladar el bote del litoral central a Puerto Montt, una travesía en aguas movidas y con vientos fuertes, que demora aproximadamente una semana.
Son miles de pequeñas cosas que hay que considerar. Las velas adecuadas para diferentes tipos de vientos, las cartas que hay que utilizar para navegar por Chile insular, que todos los mecanismos encima del yate funcionen, que la Armada apruebe los requerimientos que pide a cada embarcación, como medidas de seguridad e instrumentos náuticos mínimos para navegar. Problemas más domésticos como alimentación para una semana y alojamiento para la tripulación. por si el yate es muy pequeño o no contempla literas para dormir, porque está pensado solamente para la competición.
Las 67 embarcaciones inscritas ya tienen todo prácticamente listo. Algunos yates aún están esperando los últimos repuestos, preparando las velas que izarán mañana, subiendo las últimas cosas al bote y afinando los instrumentos de medición. Es un continuo ir y venir de capitanes y tripulantes por los muelles de la Marina, subiéndose o bajándose de las embarcaciones durante un día de nubes altas y bochornoso calor cuando aparece el sol.
Incluso algunas embarcaciones como el Volvo y el ENTEL PCS salieron a entrenar en la tarde, aunque la intensidad de viento no ha superado los 5 nudos (9,2 km por hora) para practicar las últimas maniobras con los tripulantes que han llegado hoy de Santiago.

La tripulación de "Hasta Siempre" espera pacientemente el comienzo.
Las exigencias de Chiloé
El espectáculo más grande se dará mañana cuando las 64 embarcaciones salgan a desfilar orgullosos en la bahía frente a Puerto Montt sus flamantes yates o su orgullo de ser parte de esta concurrida competencia. Todas deben pasar frente al buque de la Armada a saludar al Comité de Regata antes que se de la partida prevista para las 13:00 horas.
De ahí en adelante la cosa se pone más seria para el “Hasta siempre 2”, “Volvo”, “Entel PCS” y “35 Sur”, por nombrar algunos, y entretenida para los que participan por simple placer, como el “Tango” o “Entel PCS-Rangue”, este último con una tripulación compuesta únicamente por ejecutivos de la compañía telefónica.
Aunque la Regata Chiloé no se puede comparar con las que se corren en Australia o España, no deja de tener su grado de dificultad. Según el árbitro general, el argentino John Mac Call, “Chiloé es un circuito complicado, de muchos accidentes geográficos, tanto los capitanes como las tripulaciones tienen muchísimo por trabajar. A cada minuto son muy cambiantes las condiciones, el viento aumenta y disminuye en forma repentina, hay corrientes adversas, y todo esto puede ser una ventaja para unos y desventaja para otros”.
Por eso, dice, es muy difícil tener o saber hasta la última regata cuál es el ganador de esta prueba náutica. La parte más exigente que deberán enfrentar los competidores y la con mayor tensión es la partida. Esto no suena extraño si uno se imagina 64 embarcaciones partiendo a la vez.
La respuesta de Mac Call, conocedor del mundo de la vela, a la pregunta de en qué se diferencia esta regata de las otras que ha presenciado en el resto del mundo, no se refirió solamente a las exigencias geográficas. Para él otro de los factores que marca la diferencia es el hecho de que uno “está navegando viendo las cimas de los volcanes nevados y la cordillera de los Andes a un lado. Todo lo que hace de este lugar uno muy único”. Habrá que esperar hasta mañana para confirmar navegando esta peculiaridad de la competencia náutica nacional.