LONDRES.- Más de dos mil hinchas británicos considerados violentos no podrán viajar este verano a Portugal para asistir a la Eurocopa, como parte de una enérgica medida de fuerza policial dirigida a evitar serios incidentes durante el campeonato.
Un portavoz policial explicó hoy que se está recogiendo información sobre unos 600 individuos que han estado implicados en incidentes de fútbol violentos y que ya existe una prohibición para que salgan del país cerca de 2.000 "hooligans".
La intención es evitar sucesos como los registrados durante la última Eurocopa, celebrada en Bélgica y Holanda en el año 2000 y donde se produjeron serios enfrentamientos protagonizados por hinchas británicos en Bruselas y Charleroi.
David Swift, portavoz de la asociación de agentes dedicados a tareas de seguridad en el fútbol, explicó que un equipo policial, dividido en 28 fuerzas, investigará a los aficionados de 66 clubes.
Indicó que un total de 600 personas están siendo investigadas y que 300 de esos casos ya han llegado a la justicia, por lo que se espera que el número de hinchas que no podrán viajar a Portugal se acerque probablemente a los 2.500.
El portavoz policial recordó que, hace cuatro años, el número de "hooligans" que no pudieron asistir a la Eurocopa fueron 1.700 y que, en ocasiones anteriores, esa cifra fue muy baja, de apenas cien personas.
La Eurocopa de Portugal, que se celebrará este verano, contará con Inglaterra e Irlanda del Norte como representantes del Reino Unido y la policía calcula que tendrán a su favor a más aficionados que ninguna otra nación.
Según Swift, durante la época del torneo estarán en Portugal unos 200.000 ciudadanos británicos, de los cuales 50.000 viajarán para seguir los partidos de fútbol.
Kevin Miles, de la Federación de Aficionados de Fútbol, aplaudió las medidas tomadas por la policía y aseguró que la mayoría de los hinchas británicos desean evitar problemas y disfrutar del fútbol.
La policía aseguró, en cualquier caso, que el comportamiento de los aficionados británicos está mejorando pues, durante 2003, unos 33 millones de personas asistieron a partidos de fútbol, pero sólo se produjeron 4.500 arrestos.
