HOUSTON.- El duelo de los equipos tejanos que protagonizaron los Spurs de San Antonio y los Rockets de Houston volvió a dejar ganadores a los actuales campeones de liga con el alero Tim Duncan y el escolta argentino Manú Ginóbili de "verdugos".
Duncan lideró, como ya es habitual, el ataque de los Spurs y su efecto dejó siempre en desventaja a los Rockets que cayeron derrotados por 85-82 para romper una racha de tres triunfos consecutivos.
El alero de los Spurs consiguió 28 puntos, 10 rebotes, cuatro tapones y dos robos para abrir el camino del triunfo, que sentenció Ginóbili con dos penetraciones en el último minuto.
Ginóbili, que salió como reserva, aportó 13 puntos, los mismos que logró el veterano Robert Horry, que también dio descanso a los titulares.
Si Duncan fue el mejor anotador del partido, Ginóbili fue el más decisivo, con cinco de sus trece puntos en el último minuto del encuentro, y los Spurs lograron el quinto triunfo consecutivo y el sexto en los duelos contra los Rockets.
El pívot chino Yao Ming volvió a ser el mejor hombre de Houston, tras conseguir 25 puntos, mientras que el base Steve Francis aportó 18 con 11 rebotes, pero falló el último tiro del partido, un intento de triple, que podría haber forzado la prórroga.
A pesar de la producción de Francis, el entrenador de los Rockets, Jeff Van Gundy, ya ha dejado perfectamente establecido que el base titular del equipo debe adaptarse a la filosofía del juego del equipo y no a la inversa.
Francis no ha asimilado todavía el estilo de dirigir y la personalidad de Van Gundy tanto dentro como fuera del campo y manifestó que el entrenador puede decir lo que quiere, pero él jugará a su manera.
Los que conocen a Van Gundy de su etapa con los Knicks en Nueva York aseguran que si Francis intenta echarle un pulso al entrenador podría al final salir muy perjudicado.