Massú no quiere presionarse con la ambición de alcanzar el top-ten.
ACAPULCO, México.- El tenista Nicolás Massú, de arrollador debut en el abierto de Acapulco ante el mexicano Alejandro Hernández, aseguró que buena parte del progreso que ha tenido en el ranking ATP, donde está 13°, se debe a su entrenador, Gabriel Markus.
"El año pasado (cuando comenzó su relación con el argentino) fue el año de mi despegue, porque terminé en el número 12 del mundo, después de que un momento llegué a estar en el número 105", ratificó la primera raqueta de Chile a agencia Notimex.
"En seis meses pasé del 105 al 12 del mundo, entonces creo que mi tenis ha mejorado en la parte técnica, en la parte de golpes y en la parte mental también, y Gabriel me ha ayudado mucho a mí como yo también lo he ayudado mucho a él", subrayó.
El viñamarino descartó sentirse presionado por alcanzar el top-ten. "La verdad es que estar número 12 o diez es casi lo mismo, porque significa que estás entre los mejores del mundo y lógico que quiero seguir avanzando, pero hay que irlo buscando, tengo que disfrutar el tenis y no meterme tanta presión en la cabeza".
Por esto, Massú no se pone metas numéricas, aunque desea recuperar el nivel de la temporada anterior: "El top ten está lejos y cerca a la vez, así que hay que seguir trabajando como lo hice el año pasado y retomar el nivel de los últimos seis meses".
El segundo preclasificado de Acapulco espera para segunda ronda al rival que esta noche surgirá del duelo entre el norteamericano Jeff Salzenstein (124°) y el ecuatoriano Nicolás Lapentti (62°).
