
El chileno Pablo Contreras intenta detener a Ljungberg. Minutos después fue expulsado.
SANTIAGO/LONDRES.- El delantero Mauricio Pinilla se quedó con un doble sabor amargo esta noche. El primero remite a la eliminación de su equipo, Celta, de la Liga de Campeones, en un partido donde el ariete tuvo algunas opciones de marcar y le valió para responder a la titularidad que le entregó el DT Radomir Antic.
El tema es que el cuadro gallego cayó por 2-0 (goles de Thierry Henry) en Londres y careció de las armas para derrotar al superfavorito Arsenal, que ya se había quedado con el triunfo en la ida (3-2).
Por esto, Antic apuntó que su equipo "hizo lo que podía" y que demostró "calidad". El técnico del plantel gallego señaló que Celta "no tuvo cambios naturales", en alusión a las lesiones durante el encuentro de Peter Luccin y de Sylvinho. "Tuvimos un juego muy influible", dijo.
El brasileño, ex integrante del Arsenal, concluyó el partido con una contractura en el gemelo; Peter Luccin sufrió una distensión del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda; pero lo peor para Chile estuvo en Mauricio Pinilla, que no fue sustituido, y tuvo una contractura en los isquiotibiales.
La mala fortuna se sumó con Pablo Contreras. El árbitro italiano Pierluigi Collina determinó su expulsión, por doble amarilla. La primera por una entrada por detrás al sueco Fredrik Ljungberg y la segunda por obstrucción a Reyes cuando avanzaba solo por la banda hacia el gol. El chileno había ingresado al minuto 21.
No obstante, Antic se mostró satisfecho del rendimiento de los célticos e indicó que "no hay nada que objetar", porque sus jugadores, añadió, "jugaron con mucha intención".
Del balance del partido disputado en Highbury Park, el serbio comentó que al conjunto español se le acumularon los problemas con las bajas, pero más optimista añadió: "Ahora sabemos dónde estamos y qué tenemos que hacer. Quedamos eliminados ante un gran Arsenal y ahora tenemos que centrar todas nuestras fuerzas en la Liga".