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Historiadores desconfían del creador de los Juegos Olímpicos modernos

Antes de que Pierre de Coubertin naciera, el albano Evangelis Zappas había fundado y organizado una serie de Juegos Olímpicos en Atenas que los historiadores dicen que el francés se molestó en ocultar.

11 de Marzo de 2004 | 12:28 | Reuters
El barón
El controvertido barón Pierre de Coubertin, retratado mientras ideaba la organización de los Juegos, en 1896.
ATENAS, Grecia.- Bajo una sencilla placa de mármol en un patio en el centro de Atenas está la cabeza cortada del poco conocido hombre que los historiadores creen que fue responsable de revivir los Juegos Olímpicos modernos.

Mientras los Juegos volverán al lugar de su nacimiento entre el 13 y el 29 de agosto, el fantasma de Evangelis Zappas está moviéndose y amenaza con hacer desaparecer el mito que señala que el renacimiento de los Juegos es algo que se le debe al Barón francés Pierre de Coubertin.

Los historiadores discuten que el crédito tendría que ser dado a Zappas y a un doctor británico, William Penny Brookes.

Antes de que De Coubertin naciera, Zappas había fundado y organizado una serie de Juegos Olímpicos en Atenas que los historiadores dicen que el francés se molestó en ocultar.

De acuerdo a lo que dice Konstantinos Georgiadis en su nuevo libro "El renacimiento olímpico", el barón que fundó el Comité Olímpico Internacional (COI) llegó tarde con su idea de revivir el antiguo espectáculo griego y omitió a aquellos de los que había tomado prestadas las ideas.

"Hasta hace poco tiempo atrás todo lo que habíamos leído sobre la historia de las Olimpíadas había sido escrito por el propio De Coubertin y en la mayoría de las 12 mil páginas se identificó a sí mismo como el arquitecto en solitario de las mismas", dijo Georgiadis.

Hoy el COI reconoce sólo al barón como el arquitecto del movimiento Olímpico, y le da el crédito por la creación de los primeros Juegos Olímpicos modernos en Atenas en 1896.

Después de años de recorrer archivos, Georgiadis descubrió que Zappas y Brookes habían organizado Olimpíadas nacionales en sus países décadas antes y habían negociado con el gobierno griego para que albergara unos Juegos internacionales.

Un defensor de la libertad

Zappas, nacido en Albania y con padres griegos ortodoxos, tuvo una gran carrera como defensor de la libertad en la Guerra de la Independencia griega contra los turcos otomanos en la década de 1820, antes de hacer una fortuna en el negocio de la destilería en Rumania.

Un hombre que usó su riqueza para poner al nuevo estado griego en el mapa, Zappas contestó el llamado del poeta ateniense Panayiotis Soutsos para revivir el antiguo festival deportivo.

Los primeros Juegos Olímpicos modernos se desarrollaron en la capital griega en 1859, en los que hubo eventos familiares como los 200 metros, y otros menos ortodoxos como "bladdering" en la que los atletas debían saltar seis veces sobre una bota de vino.

Zappas murió seis años después y le legó toda su fortuna al comité Olympia, cuyo trabajo era la organización de una olimpíada cada cuatro años, construir una gran sala de exhibición y reconstruir el deteriorado y antiguo estadio Panatenaico.

Zappas dejó instrucciones para que su cadáver fuera dividido entre los tres países que más amó. Inicialmente fue enterrado en Rumania pero a la finalización de la sala de exhibición en Atenas, bautizada Zappeion, el cuerpo fue desenterrado y llevado allí.

El cadáver fue decapitado y la cabeza sepultada en el Zappeion, mientras que el resto fue enviado al pueblo de su nacimiento, en Albania.

Los reclamos de Georgiadis están refrendados por el académico estadounidense David Young, cuyo libro publicado en 1996 "Olimpíadas: el problema del renacimiento", remarcó la contribución de Brookes. "Creo que la vanidad de Coubertin lo llevó a quedarse con el crédito y tapar las contribuciones de los otros, negando que los Juegos de Zappas se llevaron a cabo y omitió el nombre de Brookes de sus Memorias Olímpicas", destaca Young.

Nacido en el pequeño poblado de Much Wenlock, en Shropshire, Brookes organizó una serie de Juegos que describió como "Olímpicos". Lo que comenzó como un festival atlético local se convirtió en los Juegos Olímpicos Británicos en 1887.

Premios en dinero

Brookes aprendió de las Olimpíadas de Atenas y le escribió a Zappas. Ambos intercambiaron dinero que fue utilizado como premios en sus respectivos Juegos. El inglés fue quien le propuso en 1881 al gobierno griego que los Olímpicos paralelos debían ser internacionalizados, de acuerdo a un artículo de la época aparecido en el diario griego Klio.

En 1890. Coubertin visitó los Juegos de Much Wenlock donde, de acuerdo a Young, tomó la idea de unas Olimpíadas internacionales. En menos de cuatro años se formó el COI y el gobierno griego acordó albergar los primeros Juegos internacionales.

Pero la dirigencia olímpica insiste en menoscabar la contribución de Zappas y Brookes. Jean-Loup Chappelet, secretario general de la Fundación De Coubertin, insiste en que el legado del barón es de vital importancia. "Fue él quien trabajó por su meta, fundó el COI en 1894 y peleó porque los Juegos recorrieran el mundo, no como Zappas y Penny Brookes que mantenían sus Juegos en el mismo lugar".

Los historiadores dicen que no quieren descartar el rol del barón, pero que la historia olímpica debe ser revisada. "No quiero desacreditar a Coubertin pero creo que hay otros que también merecen crédito", finalizó Young.