DAMASCO.- Una revuelta provocada durante el funeral de tres aficionados fallecidos ayer en los enfrentamientos entre seguidores de los equipos sirios Al Yihad y Al Fotwa ocasionó hoy un nuevo muerto.
Aunque se desconoce cómo comenzó el alboroto, cientos de kurdos se amotinaron, desvalijaron tiendas y atacaron oficinas estatales en la localidad de Qamishli, a 775 kilómetros al norte de Damasco, donde transcurría el funeral por tres de los nueve fallecidos ayer.
Abdel Baki Youssef, del partido kurdo Yekti, denunció que la policía había matado a varios participantes en la revuelta, aunque ningún hospital de la ciudad confirmó este dato.
Fuentes del estatal Hospital Nacional informaron de que sólo habían recibido a un fallecido, mientras que otros tres centros médicos, Farman, Nafez y al-Razi, dijeron que cuentan con 17 heridos por arma de fuego, cuatro de ellos de pronóstico grave.
Los asistentes al funeral del sábado por la muerte de tres aficionados fallecidos durante el partido de fútbol entre los equipos Al Yihad y Al Fotwa lanzaron eslóganes contra Salim Kabboul, gobernador de la provincia de Hasakeh.
Posteriormente atacaron tiendas y edificios del gobierno, a alguno de los cuales incluso prendieron fuego, según testigos presenciales, que también informaron de que los establecimientos comerciales enseguida cerraron sus puertas.
En el partido disputado ayer entre los conjuntos sirios Al Yihad y Al-Fotwa, nueve personas murieron y más de 100 resultaron heridas por enfrentamientos entre aficionados rivales.
Según declaraciones de testigos, los seguidores del equipo visitante, Al-Fotwa -que tiene mayoría de jugadores árabes- exclamaron "larga vida a Saddam Hussein", el derrocado presidente iraquí, a lo que los locales respondieron "larga vida a (Masud) Barzani", líder kurdo de la vecina Irak.
El equipo Al Yihad tiene una alta proporción de jugadores kurdos, aunque también incluye algunos árabes y asirios.
Los insultos se transformaron en lanzamiento de piedras y una estampida de seguidores locales, que provocó el aplastamiento de muchos espectadores.
En el interior del estadio de la ciudad de Al Kameshli, varios seguidores de Al Yihad rodearon a otros de Al-Fotwa, a los que empezaron a atacar. Posteriormente el enfrentamiento se complicó con la intervención de la policía, que disparó varios tiros al aire para dispersar el motín, pero los aficionados les respondieron con piedras.
Aunque no ha habido versión oficial sobre este asunto, se cree que cuatro de las víctimas murieron dentro del estadio y las otras cinco en los enfrentamientos del exterior. El partido se suspendió tras la estampida.
