MILÁN.- El defensa y capitán milanista, Paolo Maldini, retirado de la selección nacional italiana tras la disputa del Mundial de Corea del Sur y Japón, ha confirmado su negativa a volver al equipo nacional pese a los intentos de Silvio Berlusconi por convencerle.
"No ha cambiado nada desde el día en que decidí retirarme de la selección. Depende solamente de mí esa decisión y no puede ser condicionada por nadie", ha declarado hoy, jueves, Paolo Maldini.
Silvio Berlusconi, primer ministro del Gobierno Italiano, presidente honorario y accionista de referencia del Milán, el pasado martes al término del partido ganado contra el Deportivo Coruña (4-1), de la Liga de Campeones de Europa, había indicado que probaría a convencer a Maldini para que volviera a la selección.
Un intento que desde hace meses viene solicitando algunos medios informativos italianos, así como es el deseo del seleccionador nacional Giovanni Trapattoni, ante la Eurocopa "Portugal 2004".
"Siempre he recibido muestras de estima, de Nesta y de otros jugadores. Pero yo dejé la selección no porque tuviera problemas con ella, con el equipo o el ambiente, sino que fue una decisión pensada desde hacía tiempo, aún antes de la Copa del Mundo", ha indicado.
Al serle indicado que pasaría si Trapattoni siguiese insistiendo sobre su presencia en "Portugal 2004", Maldini dice: "Si decidiese cambiar de idea desearía ser yo quien se lo comunicase directamente a Trapattoni y no mediante otros medios".
Maldini, asimismo, ha señalado que ya tiene listo para la firma el contrato que le seguirá uniendo al Milán hasta el 30 de junio 2006: "Falta sólo la firma, colgaré las botas a los 38 años".