MONTEVIDEO, Uruguay.- El seleccionador de Uruguay, Juan Ramón Carrasco, calificó hoy la caída en casa 0-3 ante Venezuela como "una mancha histórica" para el fútbol charrúa y destacó que "hubo errores de todo tipo, pero asumo la responsabilidad de esta derrota histórica para Uruguay".
En el segundo tiempo, cuando Venezuela se lució con su juego ante una deslucida selección uruguaya, los insultos de los hinchas que colmaron las gradas del mítico estadio montevideano tuvieron a Carrasco como principal blanco.
"¿Si pienso renunciar?", se preguntó el seleccionador antes de que los periodistas lo pudieran hacer, para de inmediato responder que esa posibilidad "no se me pasa por la cabeza".
Carrasco dijo estar dispuesto a "aguantar lo que venga" y que tiene la "espalda bien ancha" como para soportar las críticas por la floja actuación de sus dirigidos en esta quinta jornada de las eliminatorias sudamericanas mundialistas.
Sobre los insultos que le dirigieron los hinchas, dijo que "la gente reaccionó en forma espontánea. No me gustó, pero lo entendí porque son como yo, auténticos. Algunos lloran después de la tristeza y otros se descargan. Es natural".
También habló de los cambios y las variaciones tácticas que utilizó durante el partido donde el equipo nunca logró funcionar como tal. "Cambié un punta por un punta. Fue una noche amarga con equivocaciones por todos lados. Hay que seguir trabajando y pensando en el futuro".
Carrasco advirtió de que aún "falta mucho camino" para el Mundial de Alemania 2006 y que espera "no vivir otra vez" una derrota como la de esta noche, tras lo cual pidió "disculpas" a los hinchas que esperaban ver a la selección como "protagonista".
"Lamentablemente tuvimos una actuación que nos sorprendió a todos y Venezuela nos ganó bien. No hay nada que decir", concluyó.
Respaldo dirigencial
Por su parte, el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Eugenio Figueredo, dijo haber vivido "la noche más negra" desde que está en ese cargo y sorprendió a los periodistas con la pregunta "¿están esperando que les diga que eché a Carrasco?".
"Las decisiones no se pueden tomar en caliente", advirtió.