"Kike" no ha tenido muchas opciones de jugar, pero "se convirtió en héroe", dijo Silberman.
SANTIAGO.- "¿Cómo estoy?" pregunta Alan Silberman, apoderado de Jorge Acuña, al teléfono. "Si me preguntas, respecto al "Kike", estoy súper bien ironiza". El empresario futbolístico que llevó a Acuña y Sebastián Pardo a las filas de Feyenoord se enteró precisamente a través del ex volante de Universidad de Chile, de la golpiza que había recibido el calvo volante en el duelo de las reservas entre Feyenoord y Ajax.
"Felizmente no tiene nada grave -dice para tranquilizar-. Le están haciendo una resonancia nuclear y unos exámenes para determinar las lesiones que pudo tener, pero al parecer no hay nada", reconoció el agente.
Más tarde, intenta recomponer la historia que Pardo le contó, frenético, desde Rotterdam: "Se jugó un partido hoy día en la tarde, hace cinco horas, había cuatro
pacos para diez mil hinchas, y al final dos mil invadieron la cancha".
"Se arrancaron casi todos los jugadores de Feyenoord, pero quedaron apenas seis en la cancha y así fue como ellos se enfrentaron a la horda. A Robin van Persie le sacaron la ch..., pero el "Kike" se defendió y le pegó a 8 fanáticos. Y eso que le pegaron en las costillas y un palo en la cabeza" cuenta Silberman.
"Yo creo que no saben los papás todavía, pero que no se preocupen, porque el "Kike" es inmortal. Bajó a ocho enfermos en tres minutos y todos holandeses, altos, volados, borachos. No tiene nada grave en un principio, aunque se quedó internado por precaución..."
El representante confesó que Feyenoord estampará una serie de demandas por la falta de medidas de seguridad en que se realizó el cotejo. "Imagínate al Santa Laura lleno, sin rejas, sin nada. El "Kike" no sabía ni donde estaba, salió atontado, pero no perdió el conocimiento. Y todos los jugadores estaban en shock emocional".
El jugador tendrá el resultado de sus exámenes mañana por la mañana y se espera que sea enviado a su domicilio con los cuidados requeridos.
