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Acuña: "Pude entrar en coma"

Pese a que ahora está estable, las imágenes de la golpiza que sufrió el jugador aún no se borran de su mente. "No sé cuántos habían pero nunca me habían pegado así en toda en mi vida", aclara.

16 de Abril de 2004 | 10:03 | Franklin Díaz, El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- Cuando Jorge Acuña, jugador del Feyenoord, entró a la cancha para disputar el partido contra el rival más tradicional de su equipo, el Ajax, presintió que algo podía pasar. De inmediato notó que la seguridad no era suficiente para un partido de esa trascendencia (prácticamente se jugaban el campeonato de reservas que acapara tanta atención como el de la serie de honor). No se equivocaba, pero ni él podía imaginar las dimensiones del incidente.

En conversación telefónica con EMOL, un aún shockeado Acuña trató de recomponer las imágenes de los hechos. "De repente se pasaron todos (los hinchas) a la cancha, pasó todo muy rápido, cuando me di cuenta estaban encima... eran muchos, no tengo idea cuantos pero eran demasiados”, señaló el seleccionado chileno.

Pero según el propio jugador el asunto pudo haber pasado a mayores. "Es cierto que fue grave, pero pudo haber sido peor. Habían tipos con palos, incluso con cuchillos, así que dentro de todo tuvimos suerte, podríamos haber resultado heridos de mayor gravedad", explicó el volante.

En medio de la enorme trifulca, Acuña trató de defenderse, incluso se dio el tiempo para ayudar a su compañero de equipo Robin van Persie, pero fue sobrepasado por el número de hinchas que invadieron la cancha. "Mientras estuve en pie hice lo que pude y me las arreglé, después, cuando me tiraron al piso, cerré los ojos y a lo único que atiné fue a cubrirme la cara, tratar de protegerme de alguna manera, me dio mucho susto, me pegaron en las costillas, en todas partes... no sé cuántos habían pero nunca me habían pegado así en toda en mi vida", recordó el jugador.

Recuperándose

La golpiza terminó con Acuña en el hospital y con la estadística de ser la primera vez que jugadores de fútbol llegaban a un centro asistencial en Ámsterdam. Pese a que ahora está estable, hubo momentos de temor que aún se trasmiten a través de su cansada voz desde Holanda. "Estuve inconsciente un rato. Ahora estoy mejor, pero el doctor me dijo que podría haber terminado en estado de coma si se hubiese agravado, eso me dio harto susto. Pero por suerte todo parece estar bien pese a lo molido que estoy", señaló Acuña.

El ex jugador de Católica está adolorido como nunca, le duelen las costillas y de vez en cuando vomita sangre. También está asustado, todavía le queda la sensación de que el incidente pueda volver a repetirse. Aún así, está más tranquilo dentro de la golpeada realidad que ha sido su vida en las últimas horas. Al terminar la conversación con Emol se le escucha agotado, tanto así que se despide diciendo que lo único que quiere en este momento es dormir largo y tendido, esperando recuperarse un poco de sus magulladuras y agradecido por no haber terminado peor.