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Diez heridos previo al inicio del clásico madrileño

Los enfrentamientos entre las barras del Atlético y el Real Madrid volvieron a marcar los momentos previos al tradicional duelo de la capital hispana.

17 de Abril de 2004 | 16:59 | EFE
MADRID.- Un total de diez aficionados resultaron heridos y tres de ellos trasladados a un centro hospitalario, como consecuencia de los disturbios provocados por hinchas radicales del Atlético y el Real Madrid, poco más de una hora antes del encuentro de la trigésima tercera jornada de la liga española que enfrenta a los dos conjuntos.

Según confirmó el Servicio de Ambulancias Munipales de Urgencias (SAMUR), de los diez heridos, tres fueron atendidos en un hospital, dos de ellos con lesiones de carácter moderado y otro leve.

Los principales disturbios comenzaron a la llegada de los aficionados ultras del Real Madrid, hora y media antes del encuentro, a los aledaños del estadio Vicente Calderón, y enturbiaron una jornada que había comenzado con un emotivo homenaje de representantes de ambas peñas a las víctimas de los atentados del 11 de marzo, en la estadio de Atocha.

Pese al fuerte dispositivo policial (más de medio millar), algunos hinchas rojiblancos lograron eludir el cordón de seguridad para enfrentarse a sus rivales madridistas, lo que provocó la primera carga policial.

Una segunda intervención se produjo tras constatar la policía que un numeroso grupo de seguidores madridistas trataba de ingresar en el estadio con fotocopias de entradas.

La policía logró aislar a un grupo de una veintena, a los que retuvo durante unos diez minutos en el aparcamiento destinado a los jugadores, dentro del estadio.

El resto, medio centenar, huyó hacia los jardines del Maestro Padilla, situados a unos 150 metros del recinto rojiblanco, perseguidos por miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP).

La tercera carga policial fue la respuesta a la quema de contenedores de basura y el lanzamiento de vallas que llevaron a cabo otro grupo de seguidores ultra del Atlético.

En ésta se vio involucrado el jugador rojiblanco Kizito Musampa, que en ese momento trataba de llegar al estadio desde la glorieta de Pirámides.

Tras esperar durante unos minutos, a unos cien metros de donde los radicales del Atlético quemaban contenedores, sólo la carga a caballo de las fuerzas de seguridad, que dispersó a los alborotadores, permitió que Musampa pudiese llegar a las cercanías del estadio a bordo de su "Hummer", todoterreno militar, que le libró de los zarandeos de algunos aficionados, que le increparon al grito de "fuera negro, no queremos negros aquí".

Tras esta carga policial, y una veze abrieron las puertas del Vicente Calderón, cesaron los incidentes.