RIO DE JANEIRO.- Cruzeiro, donde milita el chileno Claudio Maldonado, se consagró por segundo año consecutivo campéon del estado Minas Gerais, pese a caer por 1-0 ante el Atlético en la segunda final del certamen estadual.
Sin la presencia de Maldonado, suspendido al ser expulsado en el partido de ida, Cruzeiro se aprovechó del 2-0 conseguido en la primera final y el ahorro le fue suficiente para la vuelta olímpica, pese a caer 0-1 en el duelo de hoy, donde Luiz Alberto (69') marcó el único tanto para el Atlético.
Con un "hat trick" de Jean, el Flamengo también se coronó campeón provincial al derrotar por 3-1 a su tradicional rival, Vasco da Gama, en la finalísima del torneo de Río de Janeiro.
El partido jugado en el estadio Maracaná ante un público de más de 80.000 personas, se desarrolló en ambiente de tensión y violencia, y terminó con seis jugadores expulsados: dos del Flamengo y cuatro del Vasco da Gama.
El Vasco, que había caído por 2-1 en el partido de ida, inauguró el marcador en tercer minuto de juego, a través de un cabezazo marcado por el artillero Valdir, en posición adelantada que el árbitro ignoró.
Tras la pausa, la historia cambió. El Flamengo recuperó su garra y fuerza ofensiva, y llegó al empate con un tanto de Jean, a los 49 minutos.
Cinco minutos más tarde, el lateral Coutinho recibió tarjeta roja y el Vasco quedó con diez hombres, lo que facilitó la reacción del Flamengo, que volcó el marcador a los 74, a través de Jean, quien también marcó el tanto que selló la conquista del campeonato, a los 78 minutos.
La definición de la victoria rojinegra agudizó aún más la tensión en la cancha y, tras una sucesión de peleas entre jugadores, el árbitro Edilson Soares da Silva expulsó de la cancha a cinco jugadores, entre ellos los astros Felipe, del Flamengo, y Valdir, del Vasco.
En Sao Paulo, el equipo de Sao Caetano conquistó el primer título de su corta historia de 14 años en la división de élite del fútbol, al coronarse campeón provincial de Sao Paulo, con una clara victoria por 2-0 sobre el Paulista de Jundiaí.
Los goles marcados por Marcinho, a los 20 minutos, y por Mineiro, a los 88, confirmaron la supremacía del Sao Caetano, que había ganado por 3-1 el partido de ida de la final.