MADRID, España.- Nadie da un euro por la continuidad del técnico Carlos Queiroz en el Real Madrid. Son tiempos de crisis en la entidad blanca, que se apresura a buscar nuevo entrenador mientras suenan el italiano Roberto Mancini, el argentino Carlos Bianchi y el español José Antonio Camacho como candidatos.
La sombra de Vicente Del Bosque, el técnico hasta la temporada anterior, es muy alargada. El club le echó de mala manera después de conquistar la liga española de fútbol y de haber alcanzado las semifinales de la Liga de Campeones. Pase lo que pase hasta el final del ejercicio, Queiroz habrá empeorado su estadística, pues el equipo fue eliminado de Europa en cuartos de final y lucha agónicamente por ganar el torneo español para salvar la temporada.
"Asumo que es la decisión más polémica de todo mi mandato", advirtió el presidente Florentino Pérez en junio cuando decidió no renovar el contrato de Del Bosque. Jorge Valdano, director general, apostó por Queiroz, entonces segundo entrenador de Manchester United, y por "un nuevo librillo", según definió Pérez. De ese "librillo" se caen cada día varias páginas.
El caso es que la apuesta salió mal. El equipo sólo práctico un buen fútbol entre noviembre y enero, fracasó estrepitosamente en la Liga de Campeones, el entrenador nunca creyó en los canteranos y, además, tampoco supo ganarse el respeto de la prensa, que le ignora y se burla de su forma de expresarse, generosa en la utilización de proverbios.
Metafóricamente podría decirse que el puesto de técnico de Real Madrid es como sentarse en una silla eléctrica a la espera de que se vaya la luz para conservar la vida. La llegada anual de "cracks", todos delanteros, obliga al entrenador a hacer piruetas tácticas para encajar las piezas. Y, sobre todo, hay mucho que perder y poco que ganar: las palmas son para los jugadores y los golpes son para el entrenador.
Así pues, no se plantea nada fácil la misión de buscar a un técnico idóneo para Real Madrid. Para muchos, ese entrenador ya estaba en el club y se le echó: era Del Bosque.
Pérez no es hombre al que le guste el riesgo, y lo más factible es que renuncie a contratar un "experimento", como fue el caso Queiroz. De hecho, todos los hombres que se barajan como candidatos al banquillo blanco poseen nombres reputados.
El diario "Marca" advierte hoy que "en los próximos días está prevista una reunión de un emisario madridista con Roberto Mancini, actual entrenador de Lazio de Roma, con el fin de saber con exactitud sus pretensiones y su filosofía de trabajo".
Mancini tiene a su favor su capacidad para manejar estrellas, su carácter ganador y exigente, su apuesta por un fútbol vistoso y, también muy importante, su estética elegante. En su contra juegan dos aspectos fundamentales: posee contrato hasta 2008 y cobra cuatro millones de euros (más de 4,7 millones de dólares) anuales, cuando Real Madrid pretende pagar no más de dos millones de euros (menos de 2,4 millones de dólares).
Además, se viene rumoreando en los últimos días que Carlos Bianchi, técnico de Boca Juniors, también podría estar en la lista que Pérez maneja, aunque desde Argentina se advierte que el prestigioso entrenador no saldrá del país.
El último candidato -por el momento- es Camacho, actual técnico de Benfica y un histórico del club madridista que comienza a sonar por primera vez desde el mandato de Pérez. Posee carisma y goza del favor de la hinchada, aunque su fuerte carácter no coincide precisamente con los gustos del presidente. Ya se fue del club diez días después de dar su "sí" al puesto en los tiempos de Lorenzo Sanz, el anterior presidente.