HOUSTON.- El protagonismo individual del escolta Kobe Bryant, en su mejor actuación en lo que va de los playoffs, permitió a Los Angeles Lakers ganar el cuarto partido de las eliminatorias de semifinal de la NBA y empatar a 2-2.
Los Lakers con Bryant de súper estrella pudieron remontar una desventaja de 10 puntos y ganaron por 98-90 a los Spurs de San Antonio en la Conferencia Oeste.
Bryant quiere demostrar que sin sus genialidades y aporte los Lakers son un equipo perdedor y volvió a protagonizar el papel de héroe salvador, que después de dos días de audiencias legales para enfrentarse al cargo de una presunta violación a una joven de 19 años, es capaz de subirse a un avión en Colorado y llegar al Staples Center para exhibirse con 42 puntos.
Todos coincidieron, hasta el propio Bryant, en que fue el mejor partido del año que había jugado junto con el pívot Shaquille O’Neal, que aportó 28 puntos y 14 rebotes.
Lo increíble del rendimiento de Bryant es que horas antes había estado en un juzgado del Condado de Eagle (Colorado), donde ante el juez Terry Ruckriegle, encargado de su caso de la presunta violación, se declaró inocente, y hoy, miércoles, tendrá de nuevo que regresar para asistir al tercero y último día de audiencias, previas al juicio que se seguirá en su contra.
Nada de eso afectó ni física ni emocionalmente y Bryant desde el comienzo fue una máquina de hacer puntos hasta que llegó la exhibición del cuarto período cuando anotó 15 y despejó por completo el camino del triunfo de los Lakers, que en la primera parte se habían ido al descanso con un parcial adverso de 43-53 y dominados por el juego de conjunto de los Spurs.
Pero faltaba también la reacción de O’Neal, que con 14 puntos en el tercer período fue el que primero rompió la defensa de los Spurs para dejar el camino despejado a las genialidades de Bryant, que anotó 15 de 27 tiros de campo y 10 de 13 desde la línea de personal, capturó seis rebotes y dio cinco asistencias.
Con los 70 puntos combinados de Bryant y O’Neal, el resto de los jugadores de los Lakers se dedicaron a disfrutar de la fiesta que se vivía en el Staples Center y el entrenador Phil Jackson a hacer declaraciones filosóficas sobre el "juego emocional de Bryant".
Que dicho en el lenguaje normal significa que Bryant hizo lo que quiso en el campo, sin preocuparse de cuantos tiros iba a hacer a canasta o lo que podían pensar sus compañeros o entrenador, lo mismo que sucedía cuando Michael Jordan estaba con los Bulls y Jackson en el banquillo.
Los Spurs tampoco tuvieron respuesta para las genialidades de Bryant y el entrenador Gregg Popovich dijo que había que quitarse el sombrero ante su juego y el de O’Neal porque fueron superiores y no hubo nadie que estuviese a su altura.
El reserva argentino Emanuel Ginóbili fue el único de los Spurs que mostró su espíritu luchador y competitivo durante todo el partido para conseguir 21 puntos, ocho rebotes y cinco asistencias.
El alero estrella de los Spurs, Tim Duncan, siguió sin alcanzar el nivel de liderazgo que el equipo necesitó en los momentos decisivos y sus 19 puntos, 10 rebotes y ocho asistencias no fueron suficientes.
Lo mismo sucedió con el base francés Tony Parker, que brilló en los dos primeros partidos, pero cayó en la inconsistencia que a veces le caracteriza en los momentos más inoportunos del partido para quedarse con 18 puntos y ocho asistencias.
Ahora la eliminatoria regresa al SBC Center de San Antonio, donde el jueves se disputará el quinto partido de la serie al mejor de siete y de nuevo la presión estará del lado de los Spurs, que necesitan ganar si no quieren perder la ventaja de campo y además ponerse al borde del abismo de la eliminación.