PUERTO DE SAN ELPIDIO.- El Giro de Italia celebra su primer día de descanso y pone así fin a su primera parte en la que ha tenido como protagonistas destacados a los componentes de los equipos italianos Saeco y Fassa Bortolo.
Al Saeco se le denomina ya el "Ferrari" de las bicicletas, por aquello de vestir de rojo como las máquinas de Fórmula Uno. Si el alemán Michael Schumacher es el piloto número uno, en el Giro ocurre algo similar, pues tanto el gran favorito para el triunfo final, el italiano Gilberto Simoni, como su "delfín" Damiano Cunego están dominando la carrera a su antojo.
Entre los dos suman tres triunfos parciales, dos para el joven Cunego, la nueva promesa del ciclismo italiano con tan sólo 22 años y flamante líder de la carrera, aunque no se cansa de repetir que salvo un accidente el "capo" sigue siendo Gilberto Simoni, triunfador en la primera llegada en alto y ganador en dos ocasiones del Giro, el pasado año y en la edición de 2001.
El otro gran favorito, que también sabe lo que es ganar el Giro, el italiano Stefano Garzelli, vencedor en el año 2000, está más retrasado de lo que esperaba. Es octavo a 1:15 minuto de Cunego y en su guerra particular a un minuto de Simoni.
La desventaja no es excesiva teniendo en cuenta que falta lo más duro de la carrera, la última semana, pero lo importante es que Garzelli, en las jornadas complicadas hasta ahora se ha tenido que conformar con seguir de lejos la estela del dúo de Saeco.
Algo diferente ocurre con el ucraniano Yaroslav Popovych, revelación el pasado año con su tercer puesto y que sin hacer ruido se encuentra a un paso del podio. Es cuarto, a tan sólo medio minuto del líder.
Si la general, a pesar de que todavía faltan muchas trampas hasta llegar a Milán, el día 30, está cada vez más clara, en el apartado de etapas lo es mucho más. El dueño y señor de las llegadas masivas es el italiano Alessandro Petacchi (Fassa). Arrollador. De seis esprint se ha llevado cuatro. El australiano Robbie McEwen y el estadounidense de origen colombiano Fred Rodríguez son los únicos que han conseguido sorprenderle.
En ese apartado de esprinters, si Petacchi -vencedor en la pasada edición de media docena de etapas- es el número uno con diferencia, en el lado contrario se encuentra su compatriota Mario Cipollini, el mejor en los últimos años, que no termina de levantar cabeza y ha dejado la carrera sin conseguir batir a Petacchi. Eso sí, continúa con la plusmarca de 42 triunfos de etapa en sus diferentes participaciones.
El "Rey León o el bello Mario" como lo apodan sus compañeros de fatigas, dio por concluida su aventura en el Giro en la sexta etapa, a consecuencia de las secuelas de una caída en la jornada anterior en la que se rajó la pierna derecha, como consecuencia de una rodada a pocos metros de la línea de meta. Le aplicaron diez puntos de sutura, pero los dolores pudieron más que las ganas de intentar superar a su "verdugo" Petacchi.
Es un Giro diferente, pero en el que el protagonismo lo siguen acaparando las figuras italianas, pues como dicen Simoni y compañía es "cosa nostra". Salvo una hecatombe la victoria se quedará en Italia, algo que no será ninguna novedad, ya que el último foráneo en subir a lo más alto del podio fue el ruso Pavel Tonkov en la edición de 1996.
La general tiene al frente al italiano Damiano Cunego seguido de su compañero y compatriota Gilberto Simoni a 10 segundos, luego otro italiano Franco Pellizotti a 28 y cuarto el ucraniano Yaroslav Popovych a 31. El italiano Stefano Garzelli es octavo a 1:15 y el mejor español es David Cañada en el puesto 19 a 3:06 minutos.