BUENOS AIRES, Argentina.- Un allanamiento a su estadio de la Bombonera y una probable citación judicial al presidente Mauricio Macri complicaron hoy aún más a Boca Juniors, que recurriría a la justicia para poder recibir el martes próximo en su cancha a Sao Caetano, de Brasil, por la Copa Libertadores.
El sorpresivo allanamiento a la Bombonera fue encabezado hoy por el juez Mariano Bergés, el mismo que investiga a Boca por la falsificación y reventa de boletos en el clásico del domingo pasado ante River Plate, por el Torneo Clausura de Argentina.
Fuentes judiciales dijeron a la agencia local DyN que Bergés investiga una posible "asociación ilícita" entre "barras bravas" y dirigentes del club y que la semana próxima citaría a declarar a Macri, quien además es un destacado político opositor al gobierno del presidente argentino Néstor Kirchner.
A la causa del juez Bergés se sumó hoy una investigación del fiscal Martín Lapadú, de la justicia contravencional de la Ciudad de Buenos Aires, a raíz de que la Bombonera habría recibido el domingo ante River más cantidad de gente que la permitida y a que los fanáticos de Boca utilizaron pirotecnia prohibida.
La investigación no descarta ordernar una "clausura preventiva" de la Bombonera, que además deberá cumplir con exigencias que hoy le elevó el Programa de Seguridad en los Espectáculos Futbolísticos (Prosef) para levantar un veto que impuso sobre ese escenario.
El titular del Prosef, el ex árbitro Javier Castrilli, exigió reformas en la Bombonera y un fuerte control sobre la vigilancia privada en el estadio, acusada el domingo de haber facilitado el ingreso irregular y una posterior huida de los líderes de la barra brava.
Castrilli advirtió que sólo levantará el veto que impuso a la Bombonera si Boca cumple con esas exigencias, caso contrario obligará al club a utilizar un escenario neutral para el partido ante Sao Caetano, por los cuartos de final de vuelta de la Libertadores.
Ante tamaña cantidad de presentaciones, el vicepresidente de Boca, Pedro Pompilio, advirtió hoy que si el club no obtiene un rápido levantamiento del veto, "se presentará un recurso de amparo", ante la justicia, ante la urgencia del juego del martes ante Sao Caetano.
"Ninguna institución va a vulnerar las medidas de seguridad básicas", expresó por su parte Castrilli, cuando se le preguntó por las presiones que podía provocar una entidad poderosa como Boca, que el miércoles había amagado, aunque tímidamente, con retirarse de la Copa Libertadores si clausuraban su estadio.