LOS ANGELES, Estados Unidos.- Los Angeles Lakers toman ventaja en la final de la Conferencia Oeste frente a Minnesota Timberwolves, al imponerse en el primer partido de la serie en Minnesota, por lo que arrebatan a los Timberwolves el factor cancha.
Derek Fisher volvió a ser decisivo para la victoria del equipo angelino por 97-88 en la noche del viernes. Fisher, autor de la canasta que dio la tercera victoria a los Lakers en las semifinales de conferencia frente a los Spurs del argentino Ginobili, anotó ocho puntos del decisivo parcial 11-0 a favor de los Lakers en el tercer cuarto.
"La mayoría de las noches en los playoffs, las estrellas tiene que ser estrellas y para eso les pagan, pero jugadores como yo hacemos una contribución importante. Así es como ganamos en el pasado y como lo tenemos que hacer ahora", comentó Fisher.
O’Neal y Kobe Bryant ejercieron de estrellas. Shaquille anotó 27 puntos, capturó 18 rebotes y colocó cuatro tapones, mientras que Kobe Bryant anotó 23 puntos para los descansados Lakers, que jugaron su primer partido en seis días tas eliminar a los Spurs.
"Fue un esfuerzo grande de todo el equipo", dijo O’Neal. "Los chicos jugaron bien, sobre todo Kobe, Fisher y Karl Malone", continuó el pivot. La labor de Malone no se limitó a anotar 17 puntos y capturar 12 rebotes, sino que también dejó a Kevin Garnett, gran estrella de los Timberwolves, en sólo 16 puntos.
"No puedes pararle, tienes que intentar que le cueste mucho realizar su trabajo", dijo Malone. "Era el partido que queríamos. Eramos conscientes de que teníamos cinco días de descanso y que era nuestra oportunidad", continuó el veterano pivot que cumple su primera temporada en Los Angeles.
Por parte de Minnesota destacó las actuaciones de Latrell Sprewell con 23 puntos y de Sam Casell con 16, que pasó gran parte del encuentro en el banquillo por un problema físico. "Sam no está bien, es una pena que no pudiera dirigir nuestro juego, pero no podemos llorar, tenemos que jugar y competir", afirmó Kevin Garnett.
Minnesota notó el cansancio, ya que sólo dos días antes jugaron un intenso séptimo partido ante Sacramento. "No es momento de estar cansados, la palabra fatiga no la voy a usar nunca", afirmó Garnett, quien no quería emplear el cansancio como excusa.
Los Lakers llevaban una pequeña ventaja 46-44 en el descanso. En el tercer cuarto, un parcial de 11-0 para los Lakers le dio una cómoda ventaja (78-69) gracias a la actuación de Fisher.
Minnesota se llegó a colocar a sólo cuatro puntos a dos minutos y medio, pero Fisher y O’Neal evitaron un acercamiento mayor.
El segundo partido de la serie se disputará este sábado también en Minnesota. La serie se juega al mejor de siete partidos.