
Reggie Miller con los brazos en alto, como en los viejos tiempos.
LOS ANGELES.- La eterna muñeca del veterano Reggie Miller apareció de nuevo en todo su esplendor para darle el triunfo a los Indiana Pacers por 78-74 ante los Detroit Pistons, gracias a un espectacular triple del alero en la jugada decisiva del primer encuentro de la final de la Conferencia Este.
Miller, de 39 años, lleva 17 temporadas en la NBA y es una leyenda viviente. Es una vida en la elite gracias a su tremenda clase y a su madera de tirador. Y, lo que es más importante, su mejor momento lo vive en el los playoffs, cuando a otros les tiembla la mano. Indiana asistió anoche a otra exhibición de su alero favorito y los Pacers se adelantaron por 1-0 en la eliminatoria definitiva del Este.
El partido respondió a lo que todos esperaban: mucho sudor, jugadores por los suelos, bajos porcentajes de tiro, bloqueos duros... Los dos equipos parecen sentirse más cómodos sin el balón y por eso se presenció un encuentro de muy baja calidad. Pero, al final, este tipo de choques los suele decidir el talento, y Miller no es nada dudoso en este sentido.
Faltaban 31 segundos para el final cuando el partido se encontraba igualado a 74 tantos. Entonces, Miller realizó un prodigioso desmarque, apoyado en un gran bloqueo de Jeff Foster, para salir hacia la línea de tres puntos. Recibió el balón y se levantó como un gigante para decidir el encuentro mientras el Conseco Fieldhouse de Indianapolis rugía con su gran ídolo.
Miller apenas sumó seis puntos en todo el partido, pero reservó su arsenal para el momento decisivo del encuentro, al que llegó tras seis errores consecutivos en los lanzamientos. "Tengo la fortaleza mental de un guerrero Jedi, por eso me siento tan cómodo en momentos así", dijo el alero tras su nueva proeza.
El alero Richard Hamilton realizó un excelente partido, en el que logró 23 puntos y, además, secó a Miller durante casi todo el cotejo. Pero, para su desesperación, se vio superado en la jugada clave del encuentro.
"He visto muchos vídeos viejos protagonizados por Miller. Hizo la misma jugada que viene repitiendo durante tantos años. Por mucho que sepas lo que va a hacer, es casi imparable cuando encuentra un mínimo espacio", manifestó Hamilton.
El encuentro apenas dejó instantes para el recuerdo ni grandes actuaciones de casi ninguno de los hombres de referencia de cada equipo, salvo las de Hamilton y Miller.
Por los Pacers, el alero Ron Artest jugó un pésimo partido, con 17 puntos y sólo seis lanzamientos convertidos en 23 intentos. Algo mejor estuvo el pívot Jermaine O’Neal, autor de 21 tantos y 14 rebotes.
En los Pistons, que se quedaron en un pobre 33,7 por ciento de acierto en lanzamientos de campo, sólo tres jugadores superaron los 10 puntos. El base Chauncey Billups, con 18 puntos, secundó a Hamilton, aunque fue de más a menos en el partido y erró al final un triple que pudo haber igualado el encuentro antes de que Miller completara el marcador con un tiro libre final. El pívot Ben Wallace sumó 11 puntos y 22 rebotes.
Los Pacers y los Pistons tienen muchas cuentas pendientes. Rick Carlisle, ahora técnico de loa Pacers, fue despedido por los Pistons al final de la pasada temporada tras llevarles a jugar la final del Este. Por eso, cada partido de esta serie olerá a revancha y esfuerzo ilimitado.