SANTIAGO.- La Intendencia de Santiago declaró hoy de alto riesgo el partido que el próximo domingo jugarán en Santiago las selecciones de Chile y Brasil, en la séptima jornada de las eliminatorias del Mundial de Alemania 2006.
El intendente Marcelo Trivelli dijo que la medida fue solicitada por la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP).
La ley contra la violencia en los estadios, vigente en Chile desde 1994, otorga a los intendentes regionales las facultades para decidir las condiciones, horarios y escenarios de los encuentros deportivos.
Un partido de alto riesgo requiere de una dotación policial reforzada, cordones de seguridad que sólo pueden ser traspasados por quienes porten sus entradas, vías y horarios separados de acceso y salida a las barras de cada equipo y la prohibición de vender alcohol dentro del estadio y en un perímetro de varias manzanas en torno al estadio desde cuatro horas antes hasta cuatro horas después del partido.
Para el encuentro del domingo, que se jugará a las 21:30 horas (01:30 GMT del lunes), las 63.000 entradas puestas a la venta en el Estadio Nacional se agotaron hace una semana, con una recaudación que sobrepasó los 600 millones de pesos (952.381 dólares).
La noche del martes hubo seis detenidos entre miles de hinchas que salieron a celebrar el triunfo a domicilio de Chile sobre Venezuela (0-1).
La selección de Chile regresó hoy a Santiago y el seleccionador Juvenal Olmos dio sólo unas horas de descanso a los jugadores, que más tarde siguieron concentrados en la preparación del partido contra Brasil.
Un jugador que está en duda y será sometido a exámenes médicos es el defensa Jorge Vargas, que terminó el partido en San Cristóbal con fuertes dolores en la zona inguinal.
"Tengo un problema en la zona del aductor, pero una ecografía dirá qué pasa. ¿Si estaré el domingo? Es lo que todos esperamos", comentó.
