
Ronaldo mostró ante Argentina parte de su "magia".
BELO HORIZONTE.- Ronaldo, con tres goles de penalti labrados en mágicas jugadas individuales, firmó hoy en Belo Horizonte una contundente victoria por 3-1 sobre Argentina y empujó a Brasil al liderato de las eliminatorias suramericanas del Mundial de 2006.
Doce puntos en seis partidos, uno más que los acumulados por Argentina, dejaron hoy a Brasil en la cima de la clasificación, y al goleador de la pasada liga española con seis dianas en su cuenta personal y el privilegio de ser el cañonero de las eliminatorias.
Los pupilos de Carlos Alberto Parreira pusieron fin hoy a un invicto de 17 partidos de los argentinos, que comenzó en las pasadas eliminatorias en la primera vuelta, tras la derrota por un idéntico 3-1 que Brasil les infligió en el estadio Morumbí, de Sao Paulo.
La endiablada rapidez de Ronaldo en espacios cortos y la fila india que los zagueros argentinos hicieron en vano para sacarle el balón de las botas fueron la jugada calcada que el brasileño utilizó para marcar de penalti, a los 16, 67 minutos y cuando el cronónmetro marcaba cinco de compensación para el tiempo reglamentario.
Ronaldo hizo la diferencia en un partido que Argentina trató de equilibrar en lo táctico.
Juan Pablo Sorín, el ex astro del Cruzeiro, que en el primer tiempo se insinuó como el más incisivo de los argentinos, descontó a los 79 minutos en una jugada que resumió el serio problema defensivo de los brasileños: la debilidad en el juego aéreo.
El centro desde la derecha lo capturó Aimar con un cabezazo que explotó en el vertical izquierdo de Dida, y cuyo rebote Sorín empujó al fondo de la red.
Argentina comenzó con una marcación hermética sobre Ronaldo, Luis Fabiano y Kaká, e insinuó como su mejor arma ofensiva la aparición a la espalda de Cafú de Sorín, que en tres ocasiones sembró peligro en los pagos de Dida.
Pero la tónica de equilibrio derivada de la falta de salida de Brasil y el relativo control de los argentinos fue alterado a los 13 minutos con una rauda descolgada de Ronaldo por la banda izquierda.
El delantero del Real Madrid dejó en el piso a Facundo Quiroga y cayó ante el cierre deslizante de Gabriel Heinze, que el árbitro colombiano Oscar Ruiz interpretó como penalti.
A los 15 minutos Ronaldo abrió la cuenta con un remate al centro de la portería de Pablo Cavallero luego de que el árbitro le obligara a repetir el cobro por invasión del área de Kaká y Luis Fabiano.
Argentina esgrimió entonces su "plan B" ofensivo, con pases cruzados al centro del área, generalmente partiendo de las botas de César Delgado a las cabezas de Hernán Crespo y Kily González, y que los defensas brasileños tenían dificultades para despejar.
El fuerte choque con Roberto Carlos a los 2 minutos pasó la factura a Delgado, que salió y posibilitó el ingreso de Mauro Rosales, a los 36 minutos, y obligó a Argentina a transportar más el balón desde el centro.
Brasil acusó en el comienzo del segundo tiempo un agudo problema para salir desde el fondo con el balón dominado, lo que se reflejó en constantes lanzamientos profundos desde la defensa en busca de los arietes y en una relativa comodidad de los argentinos para transportar el esférico en la mitad de la cancha.
Walter Samuel, que la próxima temporada será compañero de Ronaldo en el Real Madrid, presentó al brasileño sin ninguna actitud amigable sus credenciales de implacable marcador.
Para asegurar su dominio en la mitad, Marcelo Bielsa prescindió a los 60 minutos de Luis González y del ingresado Rosales, y envió a la cancha a los dúctiles Pablo Aimar y Javier Saviola.
Pero seis minutos después, otra mágica descolgada de Ronaldo, en la que dejó uno a uno a tres hombres, el último de ellos Mascherano, provocó el nuevo penalti.
Ronaldo, sereno como un lago, empujó con suavidad el balón a un costado de Cavallero, casi sobre el sector central de la puerta, como en el lanzamiento del primer gol.
Brasil se agigantó, tocó el balón y hasta arrancó gritos de olé en las tribunas, pero un centro desde la derecha que Dida no controló en el cierre, ni los defensas atinaron a contrarrestar, permitieron a Aimar estrellar el balón en el vertical y a Sorín empujarla al fondo para el descuento.
Luis Fabiano, el otro objeto brasileño de deseo del Barcelona, tuvo sobre el final una oportunidad de oro para ampliar la ventaja, pero el cierre oportuno de Cavallero ahogó el grito de gol.
La jugada del último gol brasileño (90+5) surgió con un pase profundo de Alex: Ronaldo avanzó y no dejó otra opción al meta que buscar el contacto con Ronaldo.
Formaciones:
3. Brasil: Dida; Cafú, Juan, Roque Júnior, Roberto Carlos; Edmílson, Zé Roberto, Juninho Pernambucano (Julio Baptista, m.74), Kaká (Alex, m.74); Luis Fabiano (Edu, m.90)y Ronaldo. Director técnico: Carlos Alberto Parreira.
1. Argentina: Pablo Cavallero; Facundo Quiroga, Walter Samuel, Gabriel Heinze; Javier Zanetti, Javier Mascherano, Juan Pablo Sorín; Luis González (m.60, Pablo Aimar), Christian González; César Delgado (Mauro Rosales, m.36. Javier Saviola, m.60), y Hernán Crespo. Director técnico: Marcelo Bielsa.
Goles: 1-0, m.16: Ronaldo, de penalti. 2-0, m.67: Ronaldo, de penalti. 2-1, m.79: Sorín. 3-1, m.90+5: Ronaldo, de penalti.
Arbitro: Oscar Julián Ruiz (COL), que amonestó a Mascherano, Cafú, Zé Roberto, Kaká, Aimar, Zanetti y Cavallero.
Incidencias: Partido de la sexta jornada de las eliminatorias suramericanas del Mundial Alemania 2006 disputado ante 40.000 aficionados en el estadio "Mineirao", de Belo Horizonte. En las tribunas se encontraban el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y el del Barcelona, Joan Laporta. Los cantautores Milton Nascimento y Gilberto Gil (ministro de Cultura) entonaron el himno nacional de Brasil.