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NBA: O’Neal culpó a sus compañeros por derrota ante los Pistons

La estrella de los Lakers declaró desafiante que el quinteto de Detroit no había hecho nada especial para ganar y que habían sido ellos los que fallaron.

12 de Junio de 2004 | 08:13 | EFE
AUBURN HILLS, Estados Unidos.- La ironía y la contradicción siguen siendo las notas dominantes de lo que acontece en el escenario de la serie de las Finales de la NBA con los Pistons de Detroit manteniendo su humildad y Los Angeles Lakers su arrogancia a pesar que la van perdiendo por 2-1 al mejor de siete.

Los jugadores de los Lakers, que sufrieron la peor humillación de su historia en un partido de la fase final al perder el tercero por 88-68, fueron incapaces en su encuentro con los periodistas de admitir y darle crédito a los triunfos conseguidos por los Pistons.

Inclusive la súper estrella de los Lakers, el pívot Shaquille O’Neal, fue mucho mas lejos al declarar que los Pistons no habían hecho nada especial para ganar, ellos fueron los que fallaron.

“Mis compañeros no me han pasado bien el balón y así no podemos ganar a ningún rival", declaró O’Neal. "Los Pistons no han hecho nada de especial, hemos sido nosotros los que nos apartamos del camino del triunfo".

El pívot estrella volvió a cuestionar la actitud de sus compañeros que lo le pasaron el balón y argumento que la mejor muestra fue el haber ido sólo dos veces a la línea de personal en el tercer partido.

"Todo eso es ridículo, cuando además los Pistons han puesto sólo a un hombre para marcarme, algo que deberían haber pagado muy caro", destacó O’Neal, que fue humillado individualmente a quedarse con sólo 14 puntos en el tercer partido, la peor marca que ha tenido como profesional en los partidos de las Finales.

La actitud de los Lakers de no querer darle crédito a los Pistons está comenzado a ser visto por los expertos como algo muy "peligroso" y "grave" para sus propios intereses porque deben ser conscientes que hasta ahora el único equipo que ha hecho mejor baloncesto en todos los aspectos y en cada partido han sido los Pistons.

O’Neal como el resto de los jugadores de los Lakers, que podían estar abajo 0-3 en la eliminatoria, de no haber sido por el triple milagroso de Kobe Bryant, siguen sin querer reconocer y admitir la gran defensa que les han hecho los Pistons, que es la mejor de la liga.

El entrenador de los Lakers, Phil Jackson, más consciente de la realidad por la que atraviesa su equipo, que necesita ganar un partido en el Palace de Auburn Hills y para eso deben jugar mejor baloncesto de lo que lo han hecho hasta ahora, reconoció que las súper estrellas siempre tienen su propio mundo y manera de ver las cosas.

"Podría escribir libros sobre ese factor, pero la realidad es que debemos hacer mucho mejor las cosas en el campo, en todos los aspectos, si queremos superar a unos Pistons, que hasta ahora han jugado un gran baloncesto, especialmente como equipo", señaló Jackson

Bryant, que también fue humillado con 11 puntos en el tercer partido después que había sido el gran héroe en el segundo con el triple milagroso y 33 puntos en su haber, no quiso entrar en detalles sobre los méritos de los Pistons, pero si le devolvió la moneda de la crítica a O’Neal cuando dijo que no se trataba de estar ’preocupados por cuantos balones le iban a su compañero sino de ganar el partido.

"Lo que tenemos que hacer es conseguir un triunfo y el resto no tiene mayor importancia", comentó Bryant. "Cada equipo debe hacer su trabajo y lo que ha sucedido hasta ahora es que los Pistons lo han sabido hacer y nosotros no".

El resto de los jugadores de los Lakers, incluido el veterano alero Karl Malone y el base Gary Payton, la gran frustración hasta ahora de los Lakers, admitieron que deben hacer mayor aportación al equipo, pero mantuvieron la arrogancia de no darle valor a lo que han conseguido los Pistons.

Lo más irónico es que con la excepción de O’Neal y Bryant, el resto de los jugadores de los Lakers no han sido capaces de superar la barrera de los 10 puntos, la mejor demostración de la gran efectividad que ha tenido la defensa de los Pistons.

Ante tanta arrogancia, los jugadores de los Pistons mantuvieron frente a los periodistas su humildad y para nada quisieron hablar de título de campeones sino de lo que puede ser el cuarto partido y del esfuerzo que deben desarrollar de nuevo en el Palace de Auburn Hills el próximo domingo.

Igual que juegan en equipo hablaron los jugadores de los Pistons al considerar vital el cuarto partido por todo lo que podría significar mantener el control de la serie.

"Nos sentimos como equipo y somos un gran equipo", declaró el base Chauncey Billups, motor y cerebro de los Pistons. "Somos conscientes que los Lakers tienen varias individualidades, que uno contra uno son imposibles de superar, pero nosotros hemos puesto el concepto de unidad y podemos hacer daño de diferentes formas".

Los Pistons bajo la dirección del entrenador Larry Brown se han convertido en un grupo de buenos jugadores y personales agradables, incluido el polémico alero Rasheed Wallace, que ha encajado a la perfección dentro de la vieja filosofía de equipo sin estrellas.

Sólo el pívot Ben Wallace consiguió este año por su gran calidad en la defensa, algo que cuestiona O’Neal, ir al Partido de las Estrellas, el resto, comenzando por la gran revelación en los marcajes, el alero Tayshaun Prince, sienten que su fuerza está en la unión y trabajo de conjunto.

"Si los aficionados quieren ver a un equipo pleno de talento tienen que fijarse en los Lakers porque están llenos de individualidades, pero nosotros ponemos la unidad y el conjunto para ser cada día mejor equipo", explicó Ben Wallace. "No dependemos de uno o dos jugadores para cada partido sino que todos aportamos algo al equipo y esa es la manera que tenemos que de jugar al baloncesto".

Los Pistons tienen como líder en el ataque al escolta Richard Hamilton, el jugador que Michael Jordan lo traspasó de los Wizards por un devaluado Jerry Stackhouse, con un promedio de 23 puntos por partido en las Finales y otros cinco jugadores con nueve y cuatro de ellos también han conseguido 5,7 rebotes.

Sólo O’Neal (25,7 puntos) y Bryant (23) han podido superar la barrera de los doble dígitos para los Lakers, el resto no tiene ni un promedio de siete tantos.

Por si lo anterior no fuese suficiente la defensa de los Pistons sólo ha concedido a los Lakers un promedio de 81 puntos por partido, incluida la peor marca de su historia con un marcador de 68 puntos en el tercer partido.

Los Pistons tienen siete rebotes más de promedio que los Lakers en cada partido y también mucha más modestia, que hasta ahora ha sido otra de las claves de sus triunfos sorpresas, pero súper merecidos, aunque O’Neal, Bryant y compañía no se lo quieran reconocer, de momento.