SOUTHAMPTON, EE.UU.- Los nervios traicionaron en el hoyo 18 a los punteros Phil Mickelson y Shigeki Maruyama, con lo que el sudafricano Retief Goosen aprovechó su global de 205 impactos, cinco bajo el par, para encabezar la 104a edición del US Open de Golf.
Mickelson, el sorpresivo ganador del Masters hace dos meses, incurrió en "bogeys" consecutivos en los hoyos 17 y 18 para anotar una tarjeta de 73 (+3), con un global de 207 para las tres jornadas empatado en el segundo lugar con el sudafricano Ernie Els.
El japonés Maruyama, que falló dos emboques desde corta distancia y cometió doble "bogey" en el último hoyo, bajó al cuarto lugar, por su registro de 74 golpes y un total de 208 impactos (-2), empatado con el estadounidense Fred Funk.
El español Sergio García incurrió en cinco "bogeys" en los primeros 10 hoyos y aunque mejoró luego con tres "birdies" de los cuatro que marcó, totalizó 71 (+1), para un global de 211 que lo mantiene entre los 10 primeros.
El otro hispanoamericano que queda en la contienda, el argentino Angel Cabrera que el primer día estaba en el lote puntero, cometió seis "bogeys" sin "birdies" para una tarjeta de 77 (+7), para un total de 214 (+4), disminuyendo ostensiblemente sus posibilidades.
Tiger Woods, que empezó la jornada uno sobre el par, tras apuntarse una tarjeta de 69 el viernes, no amenazó a los punteros y se encaminaba, salvo una mayor sorpresa, a acumular su octava participación en un torneo mayor sin ganarlo.
Sin embargo, en el hoyo 18 mostró la clase que lo ha llevado a ser el número uno del mundo, con un "eagle" desde 98 metros para concluir el día con un total de 214 (+4) en las tres jornadas.
Vijay Singh, de las Islas Fiji, que empezó dos bajo par y que aspira a despojar del primer lugar a Woods, tampoco estuvo acompañado por la fortuna. Incurrió en "bogeys" en los tres primeros hoyos y en un doble "bogey" en el décimo. Terminó con un decepcionante 77 (+7).
El actual campeón Jim Furyk, que está reapareciendo desde que se sometió en enero a la operación en una de sus muñecas, tuvo una desastrosa actuación con apenas un "birdie" y seis "bogeys" que lo hundieron en el 55 lugar de las posiciones con un total de 219 impactos (+9).
A pesar de todo, Mickelson estaba bien posicionado para conquistar su segundo torneo mayor tras haber ganado hace dos meses el Masters de Augusta, en lo que fue su primer triunfo grande en 41 participaciones en torneos de Grand Slam.
"Después de ganar en Augusta, tengo mayor confianza en lo que hago y eso me permite jugar mejor. Sería maravilloso ganar este torneo", dijo Mickelson.
A lo largo del recorrido Mickelson recibió el permanente aliento de la multitud en un día no muy ventoso en los campos de Shinnecock Hills, en Southampton, estado de Nueva York, sede de la 104a versión del US Open de Golf.
Por momentos los aplausos de la multitud se hicieron tan sonoros que el co-líder hasta el viernes, el astro japonés Shigeki Maruyama, confesó con su eterna sonrisa que estaba pensando seriamente en usar tapones para sus oídos.
