Jhonny Herrera atajó un penal y convirtió el decisivo.
CALAMA.- La Universidad de Chile volvió a apelar a su espíritu de lucha para resistir 120 minutos de exigencia en Calama, escenario donde se coronó como campeón del Torneo Apertura superando a Cobreloa en los lanzamientos penales por 4-2.
El sueño del tricampeonato quedó en el olvido para el equipo naranja. La "U", a quien nadie daba como favorito en los playoffs, se encargó de ir paso a paso dejando a sus rivales en el camino, llegando a la cima del fútbol chileno por primera vez desde la institución de los torneos cortos.
La duodécima estrella de los azules llegó de forma emocionante, luego de un partido intenso donde no fue el principal protagonista, pero fue fiero para resistir a un equipo local que cargaba con todo el peso del favoritismo.
En un primer tiempo principalmente de color naranja, Cobreloa había logrado ponerse en ventaja con un tanto de Luis Fuentes a los 35 minutos. El zaguero aprovechó un tiro de esquina ejecutado por Cisternas desde la derecha, para conectar un cabezazo cruzado en el primer poste, superando en el salto al paraguayo Darío Espínola.
Calama explotaba de alegría y preparaba la fiesta, especialmente teniendo en cuenta el dominio que su equipo expresaba en la cancha, aunque no lograba traducir en una cuenta más abultada.
En el segundo tiempo, la disposición de la "U" cambió. Si bien Cobreloa mantenía su dominio en el control del balón, los azules comenzaron a confiar en los pies de Rivarola, ubicado como un mediocampista más, para alimentar a Olea y Gioino en ofensiva.
Fue precisamente una acción del argentino la que causó la igualdad a los 51'. Un interesante pase suyo en busca de Olea, fue anticipado por el defensor Esteban González. Para mala fortuna del loíno, el balón se fue lentamente hacia una portería desocupada, ya que Carlos Ortega había salido para achicar al delantero.
El autogol no desmoronó al equipo naranja, que de ahí en más no pasó más zozobras en su lado, con una tarea pareja y segura del impasable capitán Luis Fuentes.
Tantos los minutos finales como todo el tiempo de alargue tuvo el mismo tono. Cobreloa tomando el balón y buscando por todos los ángulos romper el cerco azul, pero el peso de los minutos y uno que otro desperdicio de Patricio Galaz no lograron modificar la cuenta. Los locales fueron un torbellino en los suplementarios, pero siempre se enredaron cuando la portería azul estaba a la vista.
Ya en el segundo tiempo extra, la "U" parecía que apostaba plenamente a los penales, luego de soportar toda la carga física de más de cien minutos de juego en Calama. La apuesta resultó.
En la serie definitoria, los nervios atacaron a ambos. Cristián Muñoz y Fernando Corneja perdieron sus respectivos intentos, bien atajados por los respectivos goleros. En la segunda tanda la "U" quedó arriba, luego que Nelson Pinto conviertiera y Luis Fuentes elevara sorprendentemente su disparo.
De ahí la "U" no falló más. Mauricio Tampe y Sergio Gioino aseguraron sus disparos en el mismo rincón, mientras que Darío Fernández y Patricio mantenían vivo a Cobreloa.
El penal decisivo reunió a los dos porteros, Jhonny Herrera en el punto penal y Carlos Ortega bajo el travesaño. El golero azul pateó como un jugador de campo más, con potencia y colocación hacia su derecha, dejando tirado a su colega en el lado contrario.
Fue la explosión azul, un grito de campeón que no llegaba desde el 2000, cuando por última vez los universitarios habían podido dar una vuelta. Esta fue la duodécima de su historia (1940, 59, 62, 64, 65, 67, 69, 94, 95, 99 y 2000 fueron las anteriores). Ahora Héctor Pinto y sus dirigidos se anotan en aquella bitácora de los inolvidables campeones.
