LOS ANGELES.- El escolta Kobe Bryant no quiso perder tiempo para comenzar a ejercer las funciones de nuevo líder incuestionable de Los Angeles Lakers, al acudir de forma inesperada a la presentación de los tres nuevos compañeros que tendrá y que llegaron procedente de los Miami Heat.
El traspaso a Miami del pívot Shaquille O’Neal, el jugador que nunca le permitió ser el líder dentro de los Lakers, permitió que el equipo angelino consiguiese a Lamar Odom, Brian Grant y Caron Butler, como moneda de cambio para el profesional más dominante que hay en la NBA.
Bryant, que firmó un contrato por siete temporadas y 140 millones de dólares con los Lakers, esta vez no tuvo ningún inconveniente en dejar su casa y acudir a la rueda de prensa de la presentación de los nuevos compañeros, para desde el principio recordarles quien es el nuevo "jefe" dentro de los Lakers.
Aunque no quiso quitarles el protagonismo a los nuevos compañeros en la introducción oficial, el hecho de estar en la rueda de prensa hizo que lo que pudiesen decir Odom, Grant, y Butler, tres jugadores que no cuentan con nada de imagen, ni forman parte del grupo de la elite de la NBA, fue suficiente para ser el centro de atención.
"Mi presencia no tiene más significado que mostrar todo el apoyo a los nuevos compañeros", declaró Bryant, que también posó para la foto de rigor en la que los tres nuevos jugadores de los Lakers mostraron las camisetas con los números que van a vestir, junto con el gerente general de los Lakers, Mitch Kupchak, y el nuevo entrenador, Rudy Tomjanovich.
Odom tendrá el número 5, Buttler se quedó con el 1 y Grant prefirió el 55.
"Les doy todo mi apoyo y estoy convencido que hemos conseguido grandes jugadores con los que vamos a realizar un buen trabajo en el campo", destacó Bryant.
Sin embargo, tanto Odom, como Grant y Butler reconocieron que ocupar el puesto dejado vacante con la salida de O’Neal era imposible, pero los tres juntos podían hacer un buen trabajo.
"No hay nada como jugar con un equipo como los Lakers", declaró Odom, que ya conoce la experiencia de vivir en Los Angeles, pero con el equipo perdedor, los Clippers. "Todos sabemos lo que significan los Lakers y espero dar lo mejor de mi para no defraudar a nadie".
Algo que no pudo conseguir cuando jugó con los Clippers, a los que llegó elegido como jugador franquicia y luego tuvo que salir por la puerta de atrás, después de haber tenido problemas con el consumo de drogas por lo que fue suspendido cinco partidos.
El gerente general de los Clippers, Elgin Baylor, dijo que la salida de Odom del equipo fue lo mejor para todos ante los asuntos relacionados con el carácter del jugador y otros riesgos que no aconsejaban su continuidad.
"La verdad es que nunca entendí sus comentarios, pero ahora después de mi experiencia con los Heat, la llamada al equipo olímpico de Estados Unidos y ser jugador de los Lakers lo único que pienso es en demostrar cada día más mi profesionalidad", subrayó Odom.
"La gran esperanza que tengo es que junto a Kobe, que es uno de los mejores jugadores de la liga, podamos revivir de nuevo el ’Showtime’’ en el Staples Center", expresó Odom.
Grant, 32 años, el más veterano de los tres jugadores traspasados, que ha tenido un sin fin de batallas contra O’Neal, reconoció que la nueva etapa profesional no será nada fácil, pero volvió a negar que tuviese problemas con sus rodillas.
"Las molestias de la tendinitis existe, pero no tengo ningún problema con las rodillas y el haber jugado todos los partidos menos 18 en cuatro temporadas no creo que sea el resultado de un profesional lesionado", señaló Grant.
Pero mientras los Lakers hacían la presentación de Odom, Butler y Grant, el base Derek Fisher, otro de los jugadores claves en los últimos cinco años, no quiso seguir con los ex campeones de liga después de la salida de O’Neal y firmó como agente libre con los Golden State Warriors, por seis años y 37 millones de dólares.
"Creo que mi ciclo con los Lakers se completó y había llegado el momento de iniciar otro nuevo", declaró Fisher. "Los Warriors son el equipo ideal para mi nueva etapa profesional, va en la dirección correcta, porque tiene un buen núcleo de jóvenes y llegó para aportar mi experiencia".
Fisher será siempre recordado por su carácter amistoso, que tuvo que utilizar sus buenas maneras y educación para ser el intermediario en los enfrentamientos dialécticos dentro y fuera del campo que mantuvieron O’Neal y Bryant, que además no gozaba del respeto de sus compañeros por su marcado egocentrismo.
Bryant quiere que en su nueva etapa todo sea diferente, pero esta vez no va a contar con un profesional de la clase humana de Fisher y tampoco está claro si el veterano Gary Payton desea seguir bajo su liderazgo, y mucho menos el alero Karl Malone, los hombres de confianza de O’Neal y por quien llegaron a los Lakers.
