MIAMI.- Shaquille O'Neal apenas ha pronunciado una frase en Miami, pero su incorporación al Heat ha puesto de cabeza a la ciudad.
"Compren entradas", fue lo único que dijo O’Neal cuando acudió al examen médico de rigor en medio de un tumulto colosal por capturar una foto o un autógrafo del nuevo ídolo en la ciudad.
Los dirigentes del Miami Heat parecen alargar deliberadamente la presentación del gigante de 160 kilos de peso, lo que contribuye a mantener el suspense.
El martes será presentado oficialmente, pero ya los negocios tienen listas las camisetas con el número 32 a 55 dólares la unidad. Las autenticadas por la NBA costarán 75.
La presentación servirá para hacer chillar las cajas cajas registradoras con la venta, además, de gorras, llaveros, posters, banderines, insignias, etc.
Los que modestamente quieran únicamente un gran retrato del nuevo ídolo de la ciudad sólo tendrán que comprar el martes el diario "The Miami Herald" que lo obsequiará a sus lectores.
El diario, el principal de Miami, le dedicó varias páginas desde que el sábado 10 se supo que O’Neal dio su visto bueno para incorporarse al Heat. Aún así, el martes lanzará una sección especial.
Los aficionados esperan tambara concretar la adquisión de sus abonos. "La ansiedad es enorme", dijo José Pañeda, director de mercadeo hispano del equipo.
La llegada del superastro tiene un interés altamente comercial para la ciudad, unida a la expectativa de que el equipo por fin tiene una posibilidad real de conquistar el título de la National Basketball Association (NBA).
Pero O’Neal se encuentra, por lo menos hasta ahora, con que sólo tendrá a Dwyane Wade como uno de sus compañeros más capaces para ayudarle en el título, dado que para traerlo desde Los Angeles Lakers, el Heat debió ceder a Caron Butler, Brian Grant y Lamar Odom.
Oneal y Wade "formarán un dupleta análoga a la que en otros tiempos llevaron a varios titulos a los Lakers Magic Johnson y Kareem Abdul Jabbar", proclamó entusiasta "El Nuevo Herald".
Pat Riley, presidente del Heat y arquitecto de su contratación, dice del superastro de 32 años: "Lo único que sé es que Shaq es un ganador y que puede jugar a su más alto nivel otros cuatro o cinco años".
Pero al margen de lo que haga O’Neal en la cancha no hay asomo de duda de la "Shaqmania" desatada en Miami con los comerciantes y empresarios frotándose las manos.
Sin que el superastro se haya puesto aún la camiseta del Heat "la respuesta de los fanáticos ha sido magnífica", dijo Pañeda.
Oneal "puede considerarse una industria en sí mismo", dijo el ’’Herald’’ y eso es lo que significa su llegada a Miami o a cualquier otra ciudad que hubiera elegido para jugar.