
Ullrich va a la siga de Armstrong. Parece que así seguirá durante todo el Tour.
CARCASSONNE.- Los Pirineos dejaron una amarga conclusión: el alemán Jan Ullrich tiene en el Tour de France un contrincante insuperable en el estadounidense Lance Armstrong.
La desventaja de 6:39 minutos que el campeón olímpico tiene respecto al norteamericano en este segundo día de descanso y de cara a las últimas etapas del Tour es prácticamente irrecuperable. Ahora, el germano necesita un milagro en forma de una caída o un positivo por doping de Armstrong.
"Creer en milagros es difícil, Lourdes ya lo hemos pasado", reconocía el asesor de Ullrich, Rudy Pevenage, tras el triunfo de etapa del texano en Plateau de Beille. Pevenage aprovechó para criticar la estrategia del equipo T-Mobile: "Nadie estuvo con Jan hasta el final".
En el trasfondo de las críticas de Pevenage está la bicefalia del T-Mobile. Ahora el jefe de filas del equipo alemán es Andreas Kloeden. "Si todo va bien para él, el domingo puede estar en el podio en París", explicó el sábado el director del T-Mobile, Mario Kummer, que aseguró que "las sensaciones son buenas".
Tras el sorprendente colapso de Ullrich en las etapas de montaña, Kummer y el manager del equipo, Walter Godefroot, decidieron sobre la marcha el sábado liberar a Kloeden de sus deberes como gregario de su hasta entonces jefe de filas.
"Lo entiendo, es la oportunidad de su vida", reconoció Ullrich sobre Kloeden, que es cuarto en la general. "Ambos son amigos. No hay ningún problema, Jan sigue siendo nuestro capitán, y en los Alpes cuento con él", indicó Kummer.
El propio Armstrong no escatimó elogios para su nuevo rival: "Para mí no es una revelación, sino un retorno. Kloeden es un corredor extraordinario y tiene verdadero talento".
Kloeden, de 29 años, ya llamó la atención del pelotón internacional en el año 2000. Su triunfo en la París-Niza y la Vuelta al País Vasco, junto con el bronce olímpico de ciclismo en ruta, llevaron entonces a L’Equipe a titular a toda página: "Kloeden, hermano de Ullrich". Con esa comparación, el diario francés no hacía sólo referencia a la clase del alemán, sino también a su buena relación con el campeón del Tour de 1997.
Después, problemas de rodilla que sólo superó con un largo tratamiento causaron un alto en su progresión.
Pese a que ocupa el cuarto puesto en este Tour, Kloeden no tiene exigencias. "Está claro que Jan tiene mucho mejores piernas para los Alpes, y juntos intentaremos recortar la ventaja de Armstrong", apunta Kloeden.
T-Mobile busca razones para el nuevo fracaso de Ullrich, pero la investigación debe comenzar por el propio ciclista. Pese a todo lo que se dijo, es posible que su preparación, una vez más, no haya sido lo suficientemente profesional.
Las críticas al ganador del Tour de 1997 no se han hecho esperar. Sólo tres de los 21 directores de equipo le colocan aún el en podio de París, según una encuesta que publica hoy L’Equipe.
El único director que no se pronuncia es el del equipo CSC, el danés Bjarne Riis, ganador del Tour en 1996. El antiguo compañero de Ullrich forma cada año meticulosamente a un candidato al triunfo en el Tour. El año pasado fue el estadounidense Tyler Hamilton, ahora es el italiano Ivan Basso. Jan Ullrich tiene mucho más talento que los dos juntos, pero una vez más eso no va a ser suficiente, a no ser que ocurra un milagro.