ORANGE, Francia.- El maillot amarillo está todavía lejos para el ciclista italiano Ivan Basso, pero el interés por su persona es cada vez mayor. En el segundo día de descanso fue el corredor más demandado por la prensa.
Y es que el italiano del equipo CSC es contemplado por muchos como el auténtico rival de Armstrong en lo que queda del Tour de Francia. Basso se desenvolvió hoy ante los micrófonos con la misma soltura que en las etapas de los Pirineos, donde fue el único en resistir el ritmo de Armstrong.
Basso respeta a su "todopoderoso" rival Lance Armstrong y a las duras etapas de los Alpes que se avecinan a partir de mañana, pero cree que tiene opciones. "Todo es posible. Lance ganó el Tour del año pasado con un único ataque. Si él concede la oportunidad, lo intentaré", dijo.
Tras años de duelo entre Armstrong y Jan Ullrich, Basso se ha convertido en el príncipal heredero del cinco veces subcampeón del Tour. A diferencia del alemán, Basso confirmó su condición de favorito en los Pirineos y es tercero a 1:17 minutos del estadounidense, que es segundo por detrás del sorprendente Voeckler.
Las diferencias en la carretera entre Ullrich y Basso también quedaron patentes hoy. Mientras el germano no quería atender a los medios, Basso mostraba una gran sonrisa ante las preguntas de los periodistas. El director de Basso en el CSC, el danés Bjarne Riis, ganador del Tour en 1996, no se esperaba el protagonismo de su corredor de 26 años.
"No esperábamos tantos periodistas, eso es señal de que hicimos bien las cosas. Ivan corrió muy bien las etapas de los Pirineos", dijo Riis. Basso ganó en La Mongie y fue segundo tras armstrong en Plateau de Beille.
El danés se encarga de pulir a un diamante en bruto como el italiano. Sus innovadores métodos confieren al danés la fama de perfeccionista. El entrenamiento de la motivación es especialmente importante. Basso aún recuerda cómo en diciembre Riis le obligó, junto con otros compañeros, a nadar en la costa de la isla canaria de Lanzarote, en España, con la única ayuda de una tabla de surf.
"Quiero que los chicos se acostumbren a situaciones difíciles en las que se tengan que concentrar para ayudarse unos a otros", señala Riis.
Las debilidades de Basso en la contrarreloj fueron superadas con un entrenameinto en el túnel del viento. Los resultados se dejan ver con un continuo ascenso desde su debut en el Tour en 2001, donde ya ganó el maillot blanco de la clasificación de jóvenes.
La crono del miércoles en Alpe d’huez y la del sábado en Besançon están en el punto de mira del italiano. En principio le favorecen a Armstrong, pero Basso no renuncia por lo menos a ser segundo detrás del extraterrestre.
Armstrong y Basso son dos grandes amigos. El estadounidense ayudó a Basso en el tratamiento que la madre del italiano seguía contra el cáncer, enfermedad que también padeció y superó el quíntuple campeón del Tour. Por esa amistad es que se entendieron bien en los Pirineos con el objetivo común de quitarse rivales.
Ahora, el trabajo conjunto se acabó. Los dos pelearán por el mismo objetivo y Basso, guiado con maestría por Riis, es la principal amenaza para acabar con la leyenda de Armstrong. "Estoy tranquilo y no tengo miedo", afirma el vencedor en La Mongie.