LONDRES.- Sven Goran Eriksson, entrenador sueco de la selección inglesa, conocerá mañana su futuro en el banquillo del equipo nacional, ya que está prevista la reunión de los miembros de Asociación Inglesa de Fútbol (FA) para tratar el escándalo de su relación sentimental con Faria Alam, secretaria de la FA.
Los devaneos amorosos del técnico sueco han causado una profunda crisis en el seno de la FA, agravada con la dimisión de su director ejecutivo Mark Palios, y cuyas últimas consecuencias se conocerán mañana.
El futuro de Eriksson, de 56 años, al frente de la selección inglesa es incierto. Los diarios sensacionalistas británicos, que desvelaron la relación del entrenador sueco con Faria Alam, secretaria de la FA y ex modelo de origen indio de 38 años, aseguran que miembros de la FA abogan por la destitución del técnico, cuyo contrato todavía tiene dos años de vigencia.
Eriksson cuenta con el apoyo de los jugadores del conjunto nacional, por lo que en caso de ser destituido, la federación tendría otro problema además de la indemnización de 14 millones de libras (más de 21 millones de euros) que incluye su contrato.
"Es una persona importante para mí y para todos los jugadores ingleses. Le respetamos como entrenador, por lo que aporta al equipo y al país", declaró David Beckham, capitán del equipo.
El fracaso de Inglaterra en la pasada Eurocopa de Portugal, tras caer eliminada ante el equipo anfitrión en la tanda de penales, todavía está muy fresco en la mente de sus aficionados. Un mes después de aquella derrota, el diario Daily Mirror revelaba que la relación amorosa de Eriksson y Alam había provocado la ruptura del noviazgo del técnico sueco con la italiana Nancy Dell’Olio.
Pocos días después, la FA emitió un comunicado negando la relación. Pero los diarios continuaron desvelando nuevos datos, con la publicación de unos correos electrónicos que demostraban que Alam no sólo había mantenido amoríos con Eriksson, sino que había mantenido relaciones con Palios.
La FA se vio obligada a retractarse y reconoció su error "ante las numerosas pruebas inculpatorias". Palios, por su parte, admitió que "fue una relación extremadamente breve". A partir de ese momento, la polémica se agravó.
El diario News of the World reveló que Colin Gibson, jefe de comunicación de la FA, y varios directivos trataron de proteger a Palios, mientras Eriksson aseguraba que ni él ni sus colaboradores habían tenido conocimiento previo del comunicado de la FA.
En la reunión extraordinaria de mañana, en la que Eriksson acudirá con sus abogados, se analizará lo sucedido y el futuro inmediato del seleccionador sueco, primer técnico extranjero que dirige a Inglaterra.
Sin embargo, los tabloides ingleses prosiguen con sus conjeturas y aventuran que Eriksson podría ser despedido "sin indemnización alguna" por haber cometido "una falta grave y mala conducta". La FA se ahorraría ocho millones de euros que Eriksson debería percibir por los dos años de contrato.
