TOKIO.- Boris Spassky, un viejo rival del ex campeón mundial de ajedrez Bobby Fischer, pidió a Washington que muestre piedad con el Gran Maestro, a quien Estados Unidos reclama por desafiar sanciones económicas impuestas a Yugoslavia, dijo su abogada el miércoles.
Fischer, uno de los mejores y más excéntricos jugadores de la historia, fue detenido en el aeropuerto Narita de Tokio el mes pasado, cuando intentaba volar a Manila con un pasaporte que según funcionarios estadounidenses estaba invalidado.
El Gran Maestro de ajedrez ha sido reclamado por los Estados Unidos desde 1992, cuando violó las sanciones económicas que Estados Unidos había impuesto a Yugoslavia, donde ganó 3 millones de dólares tras derrotar a Spassky en una partida.
En una carta supuestamente escrita por Spassky y facilitada a los medios por Masako Suzuki, una abogada que trabaja en el caso de Fischer, el ajedrecista ex soviético pidió al Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que sea indulgente con Fischer, a quien describió como una "personalidad trágica".
"No quisiera defender o justificar a Bobby Fischer. El es lo que es", dice la carta. "Sólo estoy pidiendo una cosa. Piedad, compasión".
La carta señala que Spassky y Fischer han "cometido el mismo crimen" al jugar la partida en Yugoslavia y añade: "Dicten también sanciones contra mí. Arréstenme. Y pónganme en la misma celda que a Bobby Fischer. Y dénnos un tablero de ajedrez".
Suzuki y otros defensores de Fischer no pudieron ser localizados inmediatamente para obtener comentarios.
Fischer derrotó a Spassky, que entonces vivía en la antigua Unión Soviética y que ahora reside en Francia, para convertirse en campeón mundial en 1972. La victoria fue pregonada como una hazaña propagandística para los Estados Unidos en plena Guerra Fría.
El estadounidense perdió su título tres años más tarde cuando las condiciones que impuso para jugar contra Anatoli Karpov, también de la Unión Soviética, fueron rechazadas por autoridades del ajedrez y Karpov se convirtió en campeón por incumplimiento.
Las autoridades de inmigración japonesas trasladaron el martes a Fischer desde el centro de detención en el aeropuerto de Narita hasta un lugar mayor a 50 kilómetros al noroeste de Tokio, una medida que según Suzuki podría indicar que su estancia en Japón puede prolongarse.
No se ha revelado ninguna razón que justifique el traslado, pero Suzuki afirmó que, considerando casos anteriores, es probable que Fischer no sea inmediatamente deportado, aunque permanecerá detenido durante algún tiempo.
Fischer apeló el mes pasado contra su deportación pero su apelación fue rechazada por autoridades de inmigración japoneses. El ajedrecista ha
presentado una segunda apelación al ministro de justicia, Daizo Nozawa.
En un intento por evitar la deportación a Estados Unidos, Fischer también planea renunciar a su ciudadanía estadounidense y ha solicitado el estatus de refugiado en Japón, y también busca otros países que le permitan quedarse, dijo Suzuki.
Fischer desapareció tras el encuentro de 1992 en Yugoslavia pero reapareció tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York para conceder una entrevista a una emisora filipina en la que aclamó los ataques y dijo que quería ver a los Estados Unidos "destruidos".
Los defensores de Fischer dicen que renovó su pasaporte en 1997 y que nunca recibió una carta enviada en diciembre de 2003 en la que el documento fue revocado. Funcionarios del Departamento de Estado en Washington dijeron que había llevado años el proceso legal para capturarle.
Fischer, cuya madre era judía, también ha despertado la controversia por sus comentarios antisemitas.