
El ala-pívot Pau Gasol despertó en los últimos cuartos.
ATENAS.- España materializó su clasificación matemática para los cuartos de final de Atenas 2004 con un soberbio último cuarto ante Italia que, además de sellar el pasaporte a las eliminatorias, colocó a la selección española en una posición ideal para cerrar la primera fase al frente del Grupo A gracias a la segunda derrota de Serbia y Montenegro.
Los rebotes ofensivos italianos pusieron la mañana cuesta arriba para España. La escuadra ’azzurra’ capturó doce balones debajo del aro hispano en los dos primeros cuartos y eso le valió para comandar el marcador a partir del minuto cinco (10-7).
Además, la defensa de Denis Marconato sobre Pau Gasol, que apareció en la pista con un aparatoso vendaje en la pierna derecha por culpa de una tendinitis en el tendón de Aquilés, prácticamente borró del choque al ala-pívot de los Memphis Grizzlies (dos puntos hasta el descanso).
España, igual que ante Argentina, buscó y encontró soluciones en el banco. Felipe Reyes contribuyó a contener la hemorragia reboteadora. Los otros puntales de la reacción española los levantaron Iker Iturbe y Roberto Dueñas.
Un parcial de 0-8 mandó a España al vestuario con dos puntos de ventaja (33-35). Pero Italia a iba medio torneo olímpico después de perder con Serbia y volvió al juego con la tensión a tope. En poco más de tres minutos consiguió un 10-0 que condujo a la selección hispana, de nuevo, hacia un bosque de problemas (43-35).
Gasol seguía bajo el control de la defensa italiana. Mientras tanto, las zonas y los constantes cambios en las disposiciones de la retaguardia española sucumbían ante el acierto del perímetro itálico, mucho más acertado, sobre todo, desde el arco de triples.
Cuatro puntos separaban a España de Italia al acabar el tercer cuarto (52-48) y el técnico ’azzurro’, Carlo Recalcati, no paraba de mover a toda su línea interior para mantener la presión sobre Gasol. El rebote seguía atormentando a los subcampeones de Europa, que recuperaron a Carlos Jiménez en el cuarto periodo para intentar hacerse un hueco en las alturas.
España sufrió en defensa, movió el balón con calma frente al cesto italiano para dar siempre el pase de más necesario y conectó con el Gasol intratable de siempre. Una serie de 0-13 (55-64. m.3) despejó la senda buena, la del tercer triunfo olímpico, la de la clasificación matemática para cuartos y, ahora si, con el primer puesto muy, muy cerca, por la asombrosa derrota de Serbia ante Nueva Zelanda.