ATENAS.- El dominio de Japón en la competición olímpica de judo de los Juegos de Atenas es aplastante con seis oros, el último obtenido hoy por Norik Anno en la categoría femenina de menos de 78 kilos.
La abundante cosecha del metal más preciado no ha mitigado, sin embargo, la gran decepción que ha causado en el país donde nació este deporte, que el gran favorito en menos de 100 kilos, Kosei Inque, se quedara hoy fuera del podio.
Inque, oro olímpico en Sydney hace cuatro años y triple campeón mundial, fue derrotado en cuartos de final por el holandés Elco van Der Geest y se marchó con los bolsillos vacíos, al sucumbir en la repesca a manos del azerbaiyano Movlud Miraliyev.
El oro en esta categoría fue para el bielorruso Ihar Makarau, que ganó en la final al surcoreano Jang Sung Ho.
La brasileña Edinanci Silva se quedó fuera de las medallas en menos de 78 kilos ante la decepción de cientos de seguidores que no pararon de animarla en el pabellón Ano Liossia de Atenas.
Silva se ha convertido en todo un símbolo en Brasil, donde padeció un verdadero calvario hasta poder competir como mujer.
La judoca de 27 años nació con atributos de ambos sexos y para participar en los Juegos de Atlanta tuvo que someterse a dos operaciones que le permitieron superar la prueba de feminidad. El drama de Silva fue ampliamente divulgado por los medios de comunicación brasileños.
La judoca de Paraiba, con el pelo corto teñido de un rubio brillante, superó hoy en su primer combate a la tunecina Houda Ben Daya, pero en cuartos de final cayó ante la francesa Celine Lebrun, actual campeona de Europa.
Silva, que sólo pudo ser quinta en los Juegos de Atlanta’96 y séptima en Sydney, no prosperó mucho en la repesca para el bronce, al cortarle el camino la italiana Lucia Morico.
