SANTIAGO.- Todo pintaba para una final chilena. Sí, dos chilenos disputando una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, la primera presea dorada en la historia del deporte criollo. Y lo bueno (o malo) es que era posible. Como estaban jugando, Nicolás Massú y Fernando González tendrían que olvidarse de la amistad que los amarra y enfrentarse en busca del máximo triunfo deportivo y de sus carreras tenísticas.