ATENAS.- Un taxista ateniense disfrutó de sus 15 minutos de fama por devolver honradamente una medalla olímpica extraviada, aunque admitió que se la había probado primero.
"Me la puse y, por unos minutos, me convertí en medallista", reconoció el jueves Yannis Zavos al periódico Apoyevmatini. "Pero mi mujer empezó a meterse conmigo".
Zavos, que ha sido taxista durante 42 años, dijo que nunca pensó en quedarse con la medalla de plata que el remero holandés Diederik Simon olvidó en el asiento trasero de su taxi.
"Yo no la gané. Alguien trabajó muy duro para ello", afirmó.
La falta de honradez de los taxistas ha sido un comentario frecuente durante años entre los turistas que visitan Grecia y Zaros estaba deseoso de defender su profesión.
"Oyes muchas cosas sobre los taxistas, pero no somos todos iguales", dijo.
"Hay unos cuantos en todas las profesiones que no hacen correctamente su trabajo y dan mala fama al resto", apuntó.
