
Dwight Phillips se impuso en el foso olímpico.
ATENAS.- Estados Unidos y República Dominicana, que por primera vez se subió a lo más alto del podio en unos Juegos Olímpicos, fueron los ganadores de las tres preseas doradas que se disputaron hoy en el atletismo.
El estadounidense Dwight Phillips se adjudicó el largo con una marca de 8.59 metros, mientras que su compatriota John Moffitt se quedó con la plata, con un registro de 8.47
Joan Martínez, un cubano que compite para España, atrapó el bronce con 8.32. El ganador olímpico en Sydney 2000, el cubano Iván Pedroso, figuró séptimo en la tabla final con un salto de 8.23 metros.
El estadounidense Shawn Crawford, en tanto, ganó la medalla de oro en los 200 metros, en los que su compatriota Justin Gatlin se llevó el bronce y vio frustrado su sueño de un doblete en los 100 y los 200.
Estados Unidos, al igual como había sucedido en los 400 metros, barrió con las tres preseas. Crawford se llevó el oro con un tiempo de 19.79 segundos, Bernard Williams la plata en 20.01 y Gatlin el bronce en 20.03.
Gatlin había ganado la medalla dorada de los 100 y aspiraba a ser el primero en lograr el doblete de los 100 y los 200, desde que su connacional Carl Lewis lo hizo en 1984.
Dominicanos celebran su primer oro
El velocista Félix Sánchez le dio a la República Dominicana la primera medalla de oro de su historia, al ganar con buena ventaja la final de los 400 metros con vallas.
Sánchez triunfó con un registro de 47.63 segundos, superando al jamaiquino Danny McFarlane, que se llevó la plata en 48.11. El bronce fue para el francés Naman Keita con 48.26 y el panameño Bayano Kamani entró quinto en 48.74.
Sánchez se redimió de su duro revés de hace cuatro años en Sydney, donde ni siquiera avanzó a las semifinales. Desde entonces corre siempre con una banda roja en una muñeca que se trajo de Sydney y no ha vuelto a perder. En Atenas lució la banda también.
El dominicano, quien es bicampeón mundial, triunfó con relativa comodidad. Al final de la curva estaba primero y el jamaiquino McFarlane dio la impresión de que podía alcanzarlo. Pero Sánchez apretó el acelerador y se despegó rápidamente, sin que su victoria se viese comprometida jamás. Su tiempo fue el más bajo del año.