ATENAS.- Una reacción de coraje, clase y casta, en especial en la segunda parte, dio a Argentina el paso a las semifinales del básquetbol olímpico, después de 42 años de ausencia, tras derrotar al local, Grecia por 69 a 64.
Jugando en casa, el quinteto griego hacía crecer sus posibilidades por encima de sus reales opciones. La combinación entre la pasión de los jugadores y el fervor de los fanáticos llevó a la selección helena a creer que podía estar en la final.
Pero Argentina contaba con hombres que han disputado la liga griega, como Fabrizio Oberto, por lo que no fue sorpresa para ellos el gran comienzo del local.
A pesar estar arriba en el marcador, la selección sudamericana soportó una racha de 14-0 que dejó a Grecia arriba por 8 unidades.
El descanso resguardó a Argentina. Le dio calma. Le apaciguó. El intermedio le sentó tan bien que le valió para rehacerse de un amenazante 47-37. Y eso que no era el día de Luis Scola, un pilar que carga con una buena parte de la selección albiceleste.
El cuarto final fue casi completo para la visita. El silencio se apoderó de los hinchas, aunque la diferencia no era superior a los cinco puntos.
Un triple de Nikolaos Chatzivretas dejó a Grecia un punto abajo a 35 segundos del final. Pero Luis Scola iba a ser el hombre de la noche. A falta de diecisiete segundos metió los dos tiros libres de la gloria.
Ahora los trasandinos disputarán el paso a la final ante el rival que nadie quiere enfrentar. Estados Unidos puede haber dejado de ser el "Dream Team", pero tiene el mejor básquetbol del mundo y eso hay que considerarlo. Claro, tampoco son invencibles, pero Argentina deberá bregar suficiente como para asegurar la disputa por la medalla de oro.