ATENAS.-Iluminada por la luna llena, la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Atenas será mañana una fiesta de la danza, la comida y la música helénicas, que recreará las celebraciones de distintas regiones griegas hasta explotar en una danza colectiva en el estadio.
Los creadores artísticos se proponen transportar a atletas, dirigentes y público por un mosaico de los hábitos festivos griegos para después "forzarlos" a bailar con música interpretada por los principales cantantes griegos.
"La ceremonia de apertura fue una celebración de los humanos, mientras que la ceremonia de clausura será una cálida y humana celebración", dijo el director artístico, Dimitris Papaioannou, que en la inauguración deslumbró con un recorrido mágico por la historia griega y del olimpismo.
En el estadio olímpico Spyridon Louis, impactante con sus arcos diseñados por el arquitecto español Santiago Calatrava, Grecia quiere dejar un recuerdo imborrable al despedir estos Juegos, que volvieron a su lugar de origen después de 108 años y podrían tardar mucho más en regresar.
"La fiesta -en la que actuarán más de 2.000 personas- será como una invitación a comer, beber, danzar y cantar con nosotros, al estilo griego", anticipó Papaioannou.
Los organizadores se han reservado los detalles, pero revelaron que la ceremonia se divide en dos partes, entre las cuales se hará la entrega de medallas a los ganadores del maratón masculino, la prueba más emblemática de los Juegos Olímpicos.
La fiesta empezará con un repaso de las celebraciones regionales helénicas durante el cual cinco cantantes entonarán al unísono melodías griegas, con una orquesta dirigida por el compositor Stavros Xarchakos.
A escena saldrán 60 bailarines de una danza originaria del Mar Negro (Pontos), una de las más vibrantes de los griegos. El terreno de juego se transformará durante el baile en un campo de 45.000 espigas doradas de trigo.
Luego será la entrega de medallas, ingresarán las banderas de las delegaciones y los atletas se mezclarán en el estadio, sin distinción de nacionalidades, tras lo cual se harán los discursos de rigor y se dará la bienvenida a Pekín 2008.
Ocho voluntarios arriarán la bandera olímpica, y se apagará la antorcha. Según se rumorea, un niño simulará guardar el fuego olímpico en su corazón.
Siete cantantes griegos invitarán al mundo a bailar en el estadio y después Atenas 2004 dejará caer el telón de unos Juegos Olímpicos muy suyos y muy cargados de historia.