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Roddick, otro que aplasta en el US Open

El estadounidense estuvo imparable para el español Tommy Robredo, a quien venció por 6-3, 6-2 y 6-4.

08 de Septiembre de 2004 | 09:23 | DPA
NUEVA YORK.- Robredo jugó un gran partido, pero Roddick fue imparable. El brazo ejecutor del estadounidense funcionó a la perfección y eliminó por 6-3, 6-2 y 6-4 en la noche del martes en octavos de final al último español que quedaba en el US Open de tenis.

Pese a lo que indica el resultado, Robredo estuvo muy bien. "Fue bastante más difícil de lo que pareció", reconoció el propio Roddick. El estadounidense fue de nuevo un coloso con su saque: siempre por encima de los 215 kilómetros por hora y con picos cercanos a los 240. "Ponía la raqueta y la pelota iba por inercia, no se puede controlar", se resignó el español.

El catalán entró a la cancha sabiendo muy bien lo que debía hacer y lo cumplió casi a la perfección. Puso la pausa necesaria para evitar el juego acelerado del estadounidense, sirvió con gran eficacia (consiguió siete aces, pese a que su máximo saque fue a 201 kilómetros por hora) y corrió hasta la última pelota.

Probablemente, su único error fue no lograr mayor profundidad en sus golpes, lo que permitió a Roddick sacar su potente derecha a relucir en demasiadas ocasiones.

"Creo que jugué bastante bien, no hay que olvidar que es el número dos del mundo y el defensor del título", afirmó el español. "Fue una pena que no pudiera aguantar un poco más. No hace falta ser Einstein para ver que su saque fue decisivo".

Poco a poco, Robredo está entrando en la madurez de su carrera, y a sus 22 años eso aporta muy buenas perspectivas. Con la tranquilidad de siempre, pero con la contundencia que da la confianza de estar en su mejor año, el catalán dio muestras del hambre de éxitos que le lleva a repetir sin parar que su objetivo es entrar en el "top 10" del ranking mundial.

"Si tuviera su servicio habría ganado, de eso no hay duda. Partidos como éste demuestran que quizá merece la pena usar una hora de entrenamiento para practicar el servicio e intentar ganar diez kilómetros por hora. Si él lo hace debe ser posible". Por el momento, su actual servicio le llevó al puesto 19 del ranking, que el lunes mejorará hasta el más alto lugar de su carrera.

Por eso, pese a la derrota, Robredo tiene motivos para sentirse satisfecho de su actuación Nueva York. "Me voy muy contento, sé que estoy haciendo las cosas bien". De hecho, todavía lo puede hacer mejor, porque aún sigue vivo en el torneo de dobles junto a Rafael Nadal.

"Un partido no cambia una trayectoria", afirmó convencido sobre el choque con Roddick y ya pensando en lo que queda de temporada. "Voy a los Masters Series de París y Madrid buscando sumar muchos puntos para terminar el año lo más arriba posible".

Quien no piensa todavía ni por asomo en la temporada indoor en Europa es Roddick, que hoy compró aún más boletos para ganar el domingo el gran premio en Nueva York por segundo año consecutivo.

El estadounidense está impresionante. En cada uno de sus cuatro partidos hasta ahora estuvo en la cancha 1:30 horasy no sólo no cedió ningún set, sino que jamás estuvo amenazado: Robredo es el que más juegos le arrebató (nueve), y en total sólo cedió 27, por los 72 que ganó.

Su rival en cuartos de final será el sueco Joachim Johansson, vigésimo octavo preclasificado, que se deshizo del francés Michael Llodra por 6-2, 6-3 y 6-2. Si se impone la lógica del ranking, su primera prueba de fuego debería llegar en semifinales con el australiano Lleyton Hewitt.

Pero el de Nebraska, de 22 años, se encuentra muy cómodo en el estadio Arthur Ashe arropado por un público que lo idolatra. Además, está tan centrado que no quiere que la victoria del año pasado le nuble la vista. "Llevo un año mirando a aquel triunfo, es momento de mirar hacia adelante. Creo que ahora mismo estoy jugando muy bien".
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