ROMA.- La agresión sufrida por el juez sueco Andres Frisk, que fue alcanzado al término del primer tiempo y camino del vestuario por un objeto lanzado desde las galerías, motivó la suspensión de un partido que estaba registrando el naufragio del Roma ante un Dinamo de Kiev que merecidamente ganaba (0-1).
El partido, desde luego, quedó marcado por la lamentable acción cometida sobre Frisk, aunque también quedará marcado, mucho y duramente, el caminar del Roma en la actual Liga de Campeones de Europa.
Una confrontación que, desde luego, no ha traído un gran estreno para el alemán romanista Rudi Voeller como técnico en una competición continental, que hace años ganara como jugador del Marsella.
Un Voeller que ya horas antes había vivido el sorprendente abandono de la concentración del Roma del delantero Antonio Cassano, jugador que pasaba por ser un teórico titular ante el Dinamo Kiev, aunque luego el Roma informó que era con el permiso del club y del propio técnico.
Pero lo peor le estaba aún por llegar: primero por la nefasta primera mitad de su equipo; luego, al final, con la lamentable acción de la agresión al árbitro Frisk.
Y es que el primer tiempo del Roma fue pésimo: un equipo sin ritmo, impreciso, con notables desajustes defensivos, sin creación e inexistente en ataque, donde Montella estuvo perdido y Totti evidenció no estar en forma y no ser la suya la posición de segundo delantero.
De ello lógicamente se aprovechó el Dinamo de Kiev de Szabo, al que le bastó poner orden y dar un mayor ritmo a sus acciones para dominar y poner en grandes apuros a su rival.
Así, Verpakovskis pudo en el minuto 12 adelantar al Dinamo en el marcador, pero no atinó en el remate. El tanto del conjunto ucraniano estaba en el aire y llegó en un tiro libre a cargo de Gavrancic (m.29), desde una treintena de metros y centrado, que contó con un cierto despiste del meta Pelizzoli.
La Roma estaba contra las cuerdas y ni siquiera se acercaba con peligro al área visitante. Su primera ocasión no llegaría hasta el minuto 34, en un fallido disparo de Totti.
Fue el Dinamo quien volvió a estar más cerca del segundo tanto antes del descanso, pero Pelizzoli (m.36) ahora sí estuvo atinado en un mano a mano con el brasileño "Diogo" Rincón y, después, Leko (m.41) disparó fuera por poco.
No llegó el segundo gol visitante antes del descanso, pero sí la expulsión del defensa francés romanista Mexes, que cometió una ingenuidad al golpear a un rival con el balón parado (m.46+). El árbitro vio la acción y expulsó al galo.
Las cosas se ponían muy mal para la Roma, que quedaba diezmado y con la obligación de remontar. Y mucho peor, ya en el terreno sancionador, se pueden poner tras la penosa acción registrada poco después, al ser alcanzado el árbitro sueco en la frente por un objeto cuando se retiraba a los vestuarios.
Frisk cayó con claro gesto de dolor y al levantarse se le evidenció sangrar por un corte en la frente que precisó de atención médica, con la aplicación de varios puntos de sutura.
Pero si esa acción individual de un teórico seguidor romanista fue lamentable, más lo fue aún la reacción general del público, al responder con aplausos de satisfacción la notificación por la megafonía de que Frisk precisaba atención médica y el segundo tiempo retrasaba su inicio.
El partido no se reanudó, pese a esperarse más de media hora, ya que el árbitro no estaba en óptimas condiciones. Llegó la suspensión y ahora la decisión final compete al Comité Disciplinario de la UEFA, que seguro castigará duramente al Roma, club ya con negativos antecedentes en esta terreno.
Ficha del partido
Roma: Pelizzoli; Panucci, Mexeds, Ferrari, Cufré; Mancini, De Rossi, Dacourt, Aquilani; Totti y Montella.
Dinamo Kiev: Shovkosky; Ghioane, Gavrancic, Sablic; Husyev, "Diogo" Rincón, Yussuf Ayla, Leko, El Kaddouri; Kleber y Verpakovskis.
Gol: 0-1. Min.29: Gavrancic, de saque directo de falta.
Arbitro: A. Frisk (SUE). Expulsó por roja directa a Mexes (m.46+), por dau una patada a un rival, y mostró cartulina amarilla a Verpakovskis (m.31), Totti (m.45).
Incidencias: Partido de la primera jornada, Grupo B, de la primera fase de la Liga de Campeones de Europa, jugado en el romano estadio "Olímpico", que registró poco más de media entrada.
